Mendoza.- Escuchar al legendario profesor Julio Velasco, elegido como mejor entrenador de voleibol del siglo XX en la rama varonil, es una oportunidad única para aprender los secretos de esta disciplina, los vericuetos de la preparación psicológica de los jugadores y la estatura ética que se necesita para afrontar el alto nivel.
Luego de que la selección argentina derrotara a su similar de Cuba, el viernes en la noche en esta ciudad, el experimentado estratega afrontó a la prensa con una humildad, sapiencia y respeto capaces de cautivar a todos los presentes.
En primer lugar reconoció las muchas dificultades sufridas por sus rivales para llegar en tiempo a la sede de competencia, y consideró que la marcada diferencia apreciada en el marcador del partid podría relacionarse con esas situaciones.
Luego elogió la labor desplegada por sus muchachos, sin dejar de reconocer aspectos que pudieron salir mejor como el ataque, la defensa y el bloqueo por parte de algunos integrantes del grupo.
Después se tomó otro baño de humildad para advertir a los presentes que, muy posiblemente, el siguiente partido sería mucho más difícil.
La prensa local no tardó en pedir explicaciones sobre ese parecer y llegaron cargadas de razón, como son todas sus intervenciones:
«Jugar dos partidos seguidos de 3-0 sets no es fácil desde el punto de vista mental. Se tiende inconscientemente a pensar que el de hoy será igual al de ayer, y cada partido es diferente. No toca imaginarnos ningún tipo de choque, que no nos quede en el subconsciente la idea de que las cosas van a ser parecidas», dijo inicialmente.
«Quizás este sábado agarremos más saques que ayer, pero a lo mejor Cuba recibe mejor y comete menos errores. Puede pasar de todo. En la Liga Mundial se juegan dos días seguidos, el cansancio más que físico es mental. Sin pensamos que el partido va a ser similar nos podemos llevar una gran sorpresa. Cuba tendrá un día más de descanso, nos conoce mejor y por lo tanto será más difícil derrotarlos», concluyó.
Velasco conoce las limitaciones de la actual formación cubana, pero también su historia y capacidad de superación. Cree firmemente en lo que ha dicho y no se toma la libertad de un milímetro de confianza. Subestimar no es actitud propia de ganadores.
