San Martín de Mendoza.- La selección masculina cubana jugó la noche del viernes su peor partido de la XXVI Liga Mundial de Voleibol, al caer derrotada frente a Argentina en parciales abiertos de 25-18, 25-19 y 25-18.
Ante una discreta asistencia de espectadores, en el Polideportivo Gustavo Torito Rodríguez, de esta ciudad, el plantel dirigido por Rodolfo Sánchez no halló la manera de funcionar e ir adelante en el choque, seguramente motivado por el cansancio físico y mental que arrastra luego de las tantas vicisitudes afrontadas durante su actual gira.
El DT nacional alineó con el armador Ricardo Calvo, el opuesto Rolando Cepeda, los centrales Liván Osoria y Dariel Albo, los auxiliares Javier Jiménez y Osmany Uriarte, y el líbero Yonder García.
Esa formación se sostuvo intacta hasta mediados del segundo parcial, cuando el auxiliar Mario Rivera reemplazó a Jiménez durante algunos minutos. En el tercer período el estratega antillano también se vio obligado a variar al pasador y el cruzado, para lo cual ingresó a Yosvani González y el propio Rivera.
El equipo cubano jamás estuvo delante en el marcador y solo por momentos enfrentó de tú a tú a los rivales dirigidos por el muy avezado timonel Julio Velazco, quien dejó en casa a buena parte de sus estrellas del momento.
En sentido general puede afirmarse que casi nada anduvo bien dentro de la cancha para Cuba, pero lo peor fue la calidad del complejo uno de juego (recibo, pase, ataque), la cantidad de errores cometidos con el servicio y la carencia de bloqueo por el centro del trazado.
Las estadísticas del partido confirman que nuestro ataque no llegó al 50 por ciento de efectividad (42,86 %), en buena medida porque el opuesto Cepeda no tuvo una noche de acierto, al trabajar para apenas un 33,33 %.
El bloqueo tuvo una jornada positiva, con nueve puntos logrados y 12 rebotes, pero se concretó sobre todo por las esquinas de la cancha. En la zona central Osoria cumplió su cometido bastante bien, pero durante la rotación de Albo por delante muy poco pudo hacerse.
El servicio volvió a ser muy poco efectivo, pues apenas se consiguió un punto por directo contra 16 faltas, además de que los receptores gauchos cumplieron su faena sin grandes contratiempos.
La defensa no tuvo un gran día (5 por set) y mucho menos el pase (4 ps.), pero lo peor fue la recepción con apenas un 20,63 por ciento de calidad. Se realizaron 27 errores no forzados, demasiados para solo tres mangas.
El único jugador cubano con aportes de doble dígito fue Uriarte (10), en tanto Cepeda (9), Jiménez (9) y Osoria (8) quedaron a las puertas.
Una cuota apreciable de desconcierto y presión acompañó al elenco durante el partido, debido quizás al deseo de lograr su primera victoria en la justa liguera. Hasta el momento los nuestros han perdido nueve sets en línea: seis frente a Canadá y estos tres ante los sudamericanos.
Por el lado de los anfitriones casi todo fue alegrías: su ataque martilló para un 57,75 %; no bloquearon tanto (5), pero defendieron un montón (27) y su servicio desarticuló la línea de receptores cubana. El pasador Demián González hizo su trabajo con mucha tranquilidad, gracias a la calidad de la recepción.
Al término del encuentro, Sánchez declaró en conferencia de prensa que «sabíamos que estábamos delante de un partido muy duro. No sólo por lo bien que está jugando Argentina, sino también por todo lo que hemos pasado en estos últimos días. Ha sido un viaje interminable desde Estados Unidos hacia acá. El equipo salió a la cancha con buen espíritu, pero fallamos demasiado y eso es imperdonable contra un rival como Argentina”.
Velazco, por su parte, afirmó que “deben tenerse en cuenta todos los problemas que Cuba ha enfrentado. De todas maneras nuestro equipo jugó bien, tuvimos un servicio que ejerció presión sobre la recepción rival, una defensa activa, un bloqueo sólido y un buen ataque. Venimos de un torneo en Colombia y también estamos un poco cansados, pero hemos jugado a un gran nivel. De todos modos mañana va a ser completamente diferente, espero un juego mucho más difícil».