La vida y la obra de los héroes han sido, así, fuente permanente de inspiración para pintores, poetas, cineastas, dramaturgos, coreógrafos, compositores, narradores, quienes, desde diversas miradas y perspectivas, han rendido justo tributo a los forjadores de la nación cubana.
Como parte de tan noble empeño, se ha publicado el volumen titulado Antonio Maceo, nuestro Titán (Editorial Oriente, Colección Ala y Espuela, 2014, 64 pp), poemario de Efraín Nadereau dirigido al lector infantil y juvenil, que se acompaña de las ilustraciones de Rolando Castro.
En tres secciones –«De Yara a Baraguá», «Lo de menos fueron las veinte y tantas heridas» y «Viva el Himno Invasor en la retreta»—, los poemas agrupados en este libro recrean momentos trascendentales en la combativa existencia del Lugarteniente General Antonio Maceo.
Se trata, en realidad, como de un largo poema, que debe ser leído de una vez, pues cada uno de los breves textos que conforman el cuaderno, son como pequeñas viñetas entrelazadas unas con otras, para así presentar, como en un gran fresco, la valentía y heroicidad del insigne patriota.
He aquí, a manera de ejemplo, uno de esos textos, en que es fácil advertir el cuidado discurso lírico que caracteriza la entrega:
Aunque basta la invasión
para fraguar su leyenda,
cada trocha hace de prenda,
tutelaje y guarnición.
Dorada constelación,
estrellas quemando el cielo
blanco que oculta el desvelo,
jazmín del inquisidor,
príncipes de negra flor,
caballos de terciopelo.
Efraín Nadereau (Santiago de Cuba, 1940), además de poeta, editor y crítico literario, es autor de una amplia bibliografía que, entre otros títulos, incluye La isla que habitamos (1973), Premio del Concurso 26 de Julio, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y La otra mitad del mundo (1979), Premio del Concurso de Poesía Heredia.
Comentaba en cierta ocasión otro poeta, Jesús Cos Causse, que Efraín Nadereau había logrado asumir la poesía como una «búsqueda de equilibrio, de perfección […] de la verdad en su estado primigenio, en su esencia intuitiva, candorosa, fantástica y deslumbrante».
Antonio Maceo, nuestro Titán, este cuaderno de Efraín Nadereau para los pequeños, que rescata pasajes de la vida de uno de los protagonistas de la aguerrida historia patria, resulta, también, muestra evidente de esa poesía que se propone –y logra— la búsqueda del equilibrio, de la perfección de la verdad…