Atlanta.- La selección masculina cubana de voleibol enfrentó este martes nuevas adversidades en su visita a los Estados Unidos, país donde jugó la pasada semana la Copa de Campeones de Norceca, evento que otorgó dos boletos para la Copa del Mundo de septiembre venidero.
Al amanecer se conoció de la deserción de los jugadores Félix Chapman e Inovel Romero, quienes se marcharon en horas de la madrugada y al filo del mediodía habían solicitado asilo político ante las autoridades migratorias de los Estados Unidos, según comunicaron al jefe de nuestra delegación un grupo de oficiales personados en el Marriott Hotel at the Renaissance Center, en Detroit.
Luego de la sorpresa e indignación causadas por el suceso, tocó hacer las maletas y trasladarse al aeropuerto internacional de la ciudad, punto desde el cual comenzaría la travesía hacia la urbe argentina de Mendoza, en la cual Cuba jugará dos partidos de la Liga Mundial los venideros viernes y sábado.
Antes hubo tiempo para agradecer las atenciones brindadas por USA VOLLEYBALL durante estos días, mensaje que fue transmitido personalmente al señor Doug Beal, presidente de la entidad.
A las cinco de la tarde el grupo abordó su vuelo hacia Atlanta, pero las malas condiciones climáticas y desperfectos técnicos en el avión retardaron en casi cinco horas el despegue. Ello significaba haber perdido las conexiones hacia Buenos Aires y Mendoza, y la necesidad de emprender urgentes gestiones para resolver el entuerto.
Bien entrada la madrugada, el grupo de nueve jugadores y seis oficiales de la delegación recibieron su nuevo itinerario, que incluye viaja esta noche hacia Santiago de Chile, de ahí hacia la capital argentina en la mañana del jueves, y de esta hacia Mendoza en horas de la noche.
Ello significa que la única sesión de entrenamiento previa al partido del viernes ocurrirá esa propia mañana, en el Polideportivo Gustavo Rodríguez.
La única buena noticia en este momento es que el internacional Javier Jiménez y su compañero Mario Rivera engrosarán la nómina del elenco para la serie frente a los albicelestes.
Por lo demás, todo en orden, como diría un amigo. Y a mal tiempo, buena cara.