Alrededor de 3 mil 174 familias espirituanas serán beneficiadas con los nuevos módulos de cocción que ya se comercializan en algunos municipios del territorio. En una primera etapa, solo los núcleos familiares registrados como casos socialmente críticos podrán acceder al menaje.
Una cocina de inducción, jarro, sartén, cacerola y cafetera de tres tasas componen el ajuar que se expenderá por el valor de 500 pesos (MN) en unidades seleccionadas para ello. Los clientes pueden liquidar el pago en efectivo, mediante cheques o de ambas maneras, parcial o totalmente. Si la persona decide saldar el costo a través de un crédito tendrá que establecer un acuerdo con la entidad comercializadora y esta última es responsable de explicar cómo solicitar el monto requerido al Banco.
De acuerdo con Edilia Caraballo, subdirectora de Prevención, Asistencia y Trabajo Social de la Dirección Provincial de Trabajo: “Nuestro organismo asumirá la liquidación de estos menajes en la mayoría de los casos; solo un centenar de asistidos deberá costear el módulo de manera parcial”.
Previo análisis y aprobación de los Consejos de Administración locales, residir en zonas electrificadas y carecer de una cuota de gas suponen requisitos de los titulares para que reciban los implementos durante la primera repartición. El resto de los núcleos podrá contar con ellos en un segundo período y en congruencia con la capacidad del país para adquirir los módulos.
Autoridades del Grupo Empresarial de Comercio en la provincia especificaron que los usuarios están respaldados por un tiempo de garantía de tres meses, en caso de que la rotura no responda a la mala manipulación. En tales situaciones, las personas deberán preservar el sello de garantía, el certificado de entrega de la unidad comercial y el vale de compra explícito de los fogones para que los técnicos capacitados procedan a la revisión.
Este tipo de cocina vitrocerámica calienta de forma directa al recipiente a través de un campo electromagnético. La presencia de sensores permite detectar si la cacerola está sobre la superficie para comenzar la cocción; de lo contrario el aparato no funciona.
Aunque este modelo exige que los receptáculos tengan fondo ferromagnético (trabaja únicamente con ellos) y no puede ser manejado por personas con marcapasos, otras muchas ventajas dan fe de su utilidad: controla mejor la potencia, calienta dos veces más rápido que una hornilla convencional, reduce el gasto de energía y no se corren riesgos de explosiones o quemaduras ante la ausencia de combustible en el proceso.
Buena noticia para las familias socialmente críticas pero…..periodista…..TAZAS, NO TASAS.