Luego de encajar dos derrotas al hilo el pasado fin de semana, durante la apertura de la XXVI Liga Mundial de Voleibol, en Calgary, el duelo en tierra estadounidense prometía mayor paridad entre ambos conjuntos, pero terminó siendo lo contrario, ni siquiera la formación titular cubana resistió íntegra hasta el final de pleito.
La plantilla abridora se conformó con el opuesto y capitán Rolando Cepeda, el pasador Ricardo Calvo, el líbero Yonder García, los centrales Félix Chapman y Liván Osoria, y los auxiliares Osmany Uriarte e Inovel Romero. Pero en el segundo set salió del trazado por escaso rendimiento el atacante Uriarte, y en el siguiente parcial recibió descanso el colocador, tras repetidas imprecisiones en la organización del juego.
Si el DT Rodolfo Sánchez no hizo más cambios fue porque su banca estaba desprovista de otras alternativas, al ausentarse Javier Jiménez por dificultades con su visado y lesionarse Lázaro Fundora de su rodilla derecha en el primer pleito liguero.
En el primer parcial los caribeños brindaron fuerte oposición a los canadienses, gracias a los once tantos anotados por Cepeda y algunos momentos de buen juego que cristalizaron. Sin embargo, dificultades en el complejo recibo-pase-ataque, los escasos aportes de Uriarte y Romero, la pérdida de varios contraataques y la imposibilidad de detener al opuesto rival Gavin Schmitt dieron al traste con la victoria parcial.
El segundo segmento comenzó muy mal (4-8) para los nuestros, al fallarse cinco veces seguidas la opción de punto mediante ataques. En ese momento Sánchez retiró del terreno a Uriarte, colocó a Albo e indicó formar una línea de cuatro receptores con el fin de contrarrestar los fuertes servicios de los oponentes y retomar el ritmo de juego.
Romero, Albo, García y Cepeda lograron echar a andar la maquinaria y llegar pegados al segundo tiempo técnico (14-16), momento a partir del cual los canadienses se separaron apelando a su efectivo bloqueo y la concreción de varios contragolpes que sobrevinieron a percances ocurridos al otro lado de la net.
A estas alturas Cepeda ya andaba por 19 puntos en el partido, pero había mermado su periodicidad de ataque por la tarea de receptor encomendada. Del otro lado Schmitt también cedió protagonismo a sus compañeros, aunque resolvió los trances de juego más exigentes.
En el último set la resistencia cubana llegó hasta el tanto 10, pues en lo adelante se sucedieron errores en servicio, faltas en la net y nuevas deficiencias en la recepción que abrieron el marcador definitivamente.
En realidad lo único que funcionó esta vez por Cuba fue su capitán, quien había prometido aportar más en el juego clave de la competencia y lo hizo con creces. De lo restante sucedido sólo pueden anotarse dificultades y limitaciones.
Al redactar esta nota aún no estaban disponibles en la sede, ni en el sitio web del evento, las estadísticas oficiales del partido, pero mis anotaciones revelaban que el espirituano marcó 24 cartones por 15 el gigante Schmitt.