Fotos: Joaquín Hernández Mena
Tras una larga ausencia de 85 años, volvió a La Habana la Orquesta Sinfónica de Minnesota. Al igual que lo hizo en sus primeras presentaciones de 1929 y 1930, Beethoven fue el compositor escogido para mostrar al público cubano el virtuosismo y la energía de la agrupación que en la actualidad dirige el destacado Maestro finlandés Osmo Vänskä.
La Obertura Egmont, Opus 84; La fantasía para piano, coro y orquesta en do menor, Opus 80; y la Sinfonía No. 3 en mi bemol mayor, Opus 55, Heroica fueron las piezas interpretadas durante el emotivo concierto, en el que contaron además con la participación del Maestro Frank Fernández, el Coro Nacional de Cuba y el Coro Vocal Leo.
Los miembros de la Sinfónica de Minnesota y sus invitados regalaron a una repleta y expectante Sala Avellaneda del Teatro Nacional un concierto de dos horas que captó a la perfección el espíritu grandilocuente de las obras de Beethoven, con especial destaque de oboe, clarinete,flauta y sección de viento metal en el último movimiento de la sinfonía Heroica.
Para agradecer la cálida recepción de los amantes espectadores –quienes ovacionaron a la orquesta por más de cinco minutos– el director Vänskä obsequió fuera de programa una polca finlandesa. Los interesados en disfrutar más de estas buenas artes pueden acudir hoy sábado a las 8:30 de la noche al Teatro Nacional. El programa incluye obras del repertorio cubano (Danzón, Alejandro García Caturla), norteamericano (Las Danzas Sinfónicas de West Side Story-, Leonard Berstein) y ruso (Selecciones de Romeo y Julieta, Prokófiev).