El compromiso de los campesinos cubanos con el pueblo y la Revolución, así como la reafirmación del importante papel del sector agrícola en la economía del país y en el empeño de alcanzar un socialismo próspero y sostenible ha quedado ratificado durante las jornadas de análisis del XI Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) que concluye este domingo en el Palacio de las Convenciones, en La Habana.
El funcionamiento de la organización, el tema de la producción y la comercialización de los productos agrícolas, entre otros asuntos, estuvieron en el centro del debate de las cuatro comisiones que sesionaron este sábado.
En la comisión dos, Marino Murillo Jorge, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido y vicepresidente del consejo de Ministros se refirió a algunas de las inquietudes de los campesinos en torno a la nueva política de precios para los insumos y productos.
Modesto Rodríguez, de la provincia de Cienfuegos, mostró su preocupación por los precios de los insumos y dijo que en el caso del arroz estaban antes protegidos y ahora están en igualdad de condiciones que el resto de los productores.
El ministro de Economía y Planificación Marino Murillo insistió en que el objetivo es incrementar el estimulo de la producción y la venta a las entidades estatales.
Apuntó que no es posible que se instaure un precio y todos ganen igual. Agregó que el que siembre arroz y tenga mejor suelo, tendrá mejores rendimientos y ganará más que otro que no posea iguales condiciones. Añadió que esas cifras de costo y esos precios garantizan un margen de utilidad. “No es posible garantizar un máximo de utilidades parejo para todos los productores, y reiteró que no se está en contra de que los productores tengan buenos precios para estimular la producción.
“Tiene que ser un precio que estimule a los agricultores a producir más”, añadió y reiteró que el primero de junio comenzará la aplicación de la nueva política de precios, y durante el resto del año se chequearán las particularidades.
Por su parte Ángel Chaviano, de la Cooperativa de Crédito y Servicio 17 de Mayo, en Villa Clara, consideró que no se deben poner recursos en aquellos lugares donde no se les de una correcta utilización.
En su opinión, hay que fortalecer la conciencia de los que tienen la tarea de producir para el pueblo porque el salario de los trabajadores es el mismo y “los productores seguimos subiendo los precios que ya son excesivos”.
Consideró que la solución no esta en seguir subiendo el precio de compra a los campesinos, “Hoy son buenos, no nos podemos quejar, hablo con propiedad porque además de presidente de la CCS tengo una finca. A mi modo de ver la solución está en una correcta distribución de los recursos y que éstos lleguen en el tiempo adecuado”.
Abelardo Álvarez, presidente de la cooperativa Antero Regalado, en el territorio artemiseño de Güira de Melena, apuntó que en la actualidad se produce menos que en años anteriores cuando existían difíciles condiciones. “Ahora las potencialidades son mucho mayores y sin embargo, los planes de producción son menores”, alegó y reflexionó que para que los productos bajen tiene que ser mayor la oferta que la demanda.
Al intervenir ante los más de 300 delegados presentes en la comisión número dos, el presidente de la ANAP, Rafael Santiesteban, expresó que no basta con tener productores que de manera aislada tengan resultados superiores, “nos hace falta mucho más: incorporar de manera activa a otros productores, en función de poder cubrir lo que necesita el pueblo y la economía del país”.
Resaltó la importancia del trabajo directo con las personas y eso, subrayó, hay que seguir perfeccionándolo, de manera intencionada con cada uno de los cooperativistas. Manifestó que en relación con el funcionamiento los integrantes de la organización deben preguntarse cómo hacerlo en las condiciones actuales “para seguir trabajando, para seguir cumpliendo con las misiones que la máxima dirección del país nos ha dado, de frente a lo que requiere el pueblo”.
Por su parte, Yoel Desiderio Palmero, dirigente de la ANAP, destacó la importancia del vínculo de la cooperativa con la comunidad porque “una cooperativa no es solo la producción de alimentos, en su centro también está una comunidad, con su escuelita, la tienda, el consultorio, ese vínculo es decisivo”.