Acompañada siempre por enfebrecidas leyendas y ficciones como salidas del más imaginativo de los fabularios, la claria o pez gato protagonizó la víspera el quehacer del colectivo de trabajadores de la Empresa de Desarrollo de Tecnología Acuícola (EDTA), pues allí obtuvieron la primera cosecha de un proyecto encaminado esencialmente a maximizar su producción a partir de técnicas intensivas muy amigables con el medio ambiente.
El proyecto, financiado por la Unión Europea y el Instituto de Educación del Agua, de Holanda, y aplicado en el centro enclavado en el municipio capitalino de Cotorro, tiene su principal basamento en la recirculación del agua y entre sus ventajas está, precisamente, el ahorro de ese líquido, intensificación de los cultivos, no escape de los animales y que los efluentes que se vierten a otros estanques lo hagan con una mayor calidad.
En solo tres estanques de un material plástico con unos 38 metros cúbicos de agua total, los resultados obtenidos en esta primera cosecha vienen a demostrar la factibilidad de la apuesta: se lograron 1,8 toneladas de peces en el estanque cosechado, con una supervivencia del 93 % en los poco más de tres mil peces juveniles (a partir de los 10 gramos de peso) llegados allí para su ceba 160 días atrás.
El tonelaje obtenido hace prever una cantidad final ligeramente superior a las cinco toneladas previstas inicialmente en los tres estanques utilizados para el proyecto, mientras que el gasto de agua fue 12 veces menor que el empleado en los estanques de una hectárea de tierra, ─los tradicionales en el país─ es decir un ahorro de más de mil pesos de agua por tonelada métrica de pescado.
Durante el período de ceba para esta cosecha se empleó pienso importado de Holanda, de donde procede la técnica utilizada, y ciertamente aún no se obtienen los resultados que logra el país europeo, algo lógico según los especialistas por el hecho de que aún se afinan mecanismos y se transita por la etapa de capacitación del personal técnico encargado de la tarea.
La factibilidad de producir en el país alimento para peces a partir de la recuperación de los residuos generados por plantas de procesamiento de alimentos, constituye uno de los retos para un futuro inmediato, pues esta constituye una de las aristas que propiciarán la disminución de los costos iniciales para la posible generalización en el país de la técnica empleada.
Expertos presentes en la jornada de pesca indicaron el criterio de que nacionalmente se puede lograr la sustitución de la mayor parte de los insumos llegados de Holanda, compromiso fundamental en aras de la mayor factibilidad de esta técnica considerada entre las más avanzadas a nivel mundial.
En declaraciones a Trabajadores durante la realización de la primera pesca de claria proveniente del proyecto de la Unión Europea y el citado instituto holandés, Armando Posada, jefe de división de pesca del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria, dijo que los resultados obtenidos demuestran su viabilidad e insistió en la necesidad de muchos centros de ceba intensiva de ese tipo en todo el país.
“Es fundamental darle a este proyecto la prioridad que amerita y basarnos eficientemente en sus resultados, pues no haríamos nada si ejecutamos el proyecto y luego lo dejamos ahí”, dijo.