Así lo aseguró José Carlos Santos, vicepresidente del Grupo Empresarial AzCuba, al intervenir ante los delegados al XI Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), cuyas primeras sesiones estuvieron presididas por José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité Central y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, y Marino Murillo, miembro del Buró Político y ministro de Economía y Planificación.
El directivo azucarero resaltó el aumento de la productividad de los trabajadores del sector, que durante esta zafra ha sido muy superior a lo planificado, así como el salario medio mensual que alcanza los 976 pesos.
Enfatizó en que si en el año 2011 las entidades del extinto Ministerio del Azúcar pedían más de 360 millones de pesos, hoy todas cierran con ganancias; al cierre del mes de abril acumulan utilidades por 150 millones de pesos.
Santos hizo un análisis de la situación actual de la agroindustria azucarera, inmersa en un programa de desarrollo que prevé el acercamiento de la caña a los ingenios, elevar la eficiencia industrial, la generación eléctrica, el ahorro de energía, la calidad del azúcar y recuperar las capacidades de almacenaje del dulce, las mieles y alcoholes y su logística para la exportación.
Otro objetivo de este sector es reactivar y la producción de derivados de la caña de azúcar, entre ellos alcoholes, mieles, alimentos para los animales, tableros de bagazo, energía eléctrica y bioproductos, entre otros.
Las perspectivas de la agroindustria contemplan extender la zafra de 130 a 150 días en todos aquellos centrales que tengan materia prima suficiente; lograr un aprovechamiento industrial del 80 %, elevar el rendimiento al 11 % y lograr no menos del 90 % de extracción del azúcar a la caña.
Para ello se trabaja en el fortalecimiento de la agricultura y la mecanización y en convertir a la agroindustria en fábricas que respalden la producción de alimentos, sentenció.
José Carlos Santos explicó que actualmente el 40 % de la caña se corta con nueva tecnología, y que aún queda un 8 % que se derriba de forma manual, cifra que se irá disminuyendo en la medida de lo posible.
En cuanto a la producción cañera, la cual interesa esencialmente a los campesinos y cooperativistas, pues el 30 % de toda la materia prima que muelen los ingenios la aporta este sector, explicó que se trabaja por continuar reduciendo las áreas vacías sobre la base del desmonte del marabú y las siembras de la gramínea.
Precisó que aspiran a rescatar un entero en el rendimiento de la caña, lo cual se logra con una mejor composición de cepas y adecuado manejo de variedades; priorizar la producción de energía eléctrica y aplicar tecnologías más seguras para las cosechas.