El ingeniero oceanólogo Ángel Luis Chirino habla con orgullo de la Marina Gaviota Varadero y de otras que menciona rápidamente como para que la memoria no le juegue una mala pasada.
El director de la Agencia de Ingeniería de Costas, de la empresa GeoCuba Estudios Marinos, acumula ya más de 30 años en la profesión —ahora también Máster en Ciencias Geográficas—, la cual le ha permitido enriquecer sus conocimientos sobre la temática y el gran compromiso que profesa por la institución que representa.
Y ello es más comprensible al saber que una vez graduado en la antigua Unión Soviética, Ángel Luis formó parte del colectivo del otrora Instituto Cubano de Hidrografía que junto al de Geodesia y Cartografía se fusionaron, hace 20 años, en el grupo empresarial GeoCuba.
Un espectro amplísimo
Hoy GeoCuba está considerada como una entidad líder en la geodesia, la cartografía, el catastro, los estudios medioambientales y marinos, la hidrografía y los servicios de ayuda a la navegación.
Referente a esto, hubo un momento en que Cuba estuvo amenazada de ser declarado un país donde no se podía navegar por sus costas con seguridad, pues había riesgos y no se contaba con todo el sistema de señalización (aros, boyas, balizas) según los parámetros internacionales.
Tal situación ya se rebasó y se cumplen las exigencias establecidas, según comentó Eladio Fernández Cívico, quien dirige la institución desde el 1 ̊ de mayo de 1995, cuando fue creada otra tarea importante relacionada con la hidrografía —agregó Eladio—: son las cartas náuticas, tradicionalmente confeccionadas en papel. Con la informatización de la sociedad, hacerlas con formato digital era un desafío. “Hoy ya estamos en capacidad, cumpliendo normativas internacionales, de hacer la navegación con las que producimos, validadas por el Reino Unido. ¡Es algo por lo cual sentimos gran satisfacción!
“Si vamos a la tierra, la misma situación —afirmó—los mapas eran de soporte papel. Hoy, además de estos también los hacemos digitales, lo cual permite contar con sistemas informáticos, de control de dirección, una herramienta para la automatización del mando y el control de los procesos”.
Aun cuando han transcurrido dos décadas desde 1995, Eladio gusta rememorar los inicios, cuando era imprescindible incentivar el perfeccionamiento, la racionalidad, y deslindar las funciones estatales de las empresariales.
“En aquel entonces —dijo— el país empezaba a recuperarse del llamado período especial, y resultaba esencial producir teniendo en cuenta los principios del perfeccionamiento empresarial y el autofinanciamiento”.
Al hacer una comparación entre el antes y el después, señaló que hoy una sola empresa —de las 12 con que cuenta el grupo— ejecuta el plan de aquellos primeros años, “quiere decir que hemos ido incrementando el nivel de actividad, los valores y la eficiencia. Nunca hemos tenido pérdidas y siempre aportamos al país”.
Al margen de la especificidad de su objeto social, GeoCuba —según lo planteado en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución— da respuesta, en la medida de sus posibilidades, a la necesaria sustitución de importaciones, por lo que fabrica envases, embalajes, etiquetas y prospectos con rigor; productos dirigidos a las industrias farmacéutica y alimentaria.
De igual manera, ha participado en otras actividades importantes, como la de catastro rural, por mencionar alguna, en el campo de la agricultura, apoyando al Instituto de Planificación Física, en la legalización del patrimonio de tierras agrícolas, y de su distribución para buscar el autoabastecimiento alimentario.
Así, en sus 20 años de creado, GeoCuba ha podido emprender cuanta misión le ha sido asignada en el campo de la ciencia, la investigación y la producción de servicios, sobre todo porque cuenta con una fuerza altamente calificada, con más de 30 doctores y otros profesionales y técnicos en disímiles ramas del saber.
“Es una institución innovadora, investigadora, de desarrollo, donde los jóvenes tienen muchas inquietudes, y los de más edad mantienen el espíritu de trabajo, con un alto sentido de pertenencia, lo cual lleva al colectivo a cumplir tareas complejas con gran responsabilidad”, enfatizó Eladio.
Especialización necesaria
Entre las empresas que conforman el grupo se encuentra GeoCuba Estudios Marinos. Su director general, el ingeniero navegante Víctor E. Aluija Urgell, Máster en Administración de Negocios, explicó que la integran seis agencias: Ingeniería de costas, Investigaciones marinas, Hidrografía, Geofísica y geología marina, Servicios marítimos y Cartografía náutica (en todos los formatos: papel, raster y vectorial).
La entidad heredó una vasta experiencia de más de 40 años del Instituto Cubano de Hidrografía, y se dedica, especialmente, a las investigaciones marinas, la ayuda a la navegación y la cartografía náutica.
“¿El impacto de nuestra institución?, está relacionado con el desarrollo de los principales polos turísticos y económicos productivos del país. Hicimos la investigación geológica del polo petroquímico de Cienfuegos; en la actualidad participamos en el desarrollo de la minería en Moa, y trabajamos en la infraestructura náutica de varias Marinas para el sector del turismo, como la de Gaviota-Varadero”, señaló Aluija Urgell.
Resaltó también las labores de dragado realizadas en el puerto del Mariel y el apoyo en la exploración de zonas de petróleo.
En relación con la ingeniería de costas, Chirino Núñez, puntualizó que esta agencia brinda respuestas concretas a estos tipos de obras; desde proyectos de protección costera, recuperación de playas, dragados, diseño de marinas, bases náuticas, y delfinarios, por mencionar algunos.
Precisó que en el país hay varias instituciones que hacen este tipo de obras, pero “nuestra particularidad —dijo— es que realizamos todos los proyectos, desde la construcción de un muelle hasta la recuperación de una playa o dragado. Realmente, brindamos un abanico de soluciones. Desde un principio siempre fue así, gracias a la preparación de nuestros especialistas, y teniendo en cuenta la demanda de los clientes. Esto es fundamental”.
