| Javier Perera, estudiante de Periodismo
Carlos Martínez es dueño hoy de un gimnasio particular en Arroyo Naranjo, el cual goza de una aceptación notable. Esta opción de cuentapropismo la ejerce desde hace nueve meses, cuando terminó de cumplir los dos años de servicio social como profesor de Educación Física (EF) en una escuela primaria de su municipio.
La realidad de Carlos no es típica solo de la capital cubana. Ante la importancia que tiene para las nuevas generaciones la práctica deportiva, un número considerable de egresados de la Licenciatura en Cultura Física cumplen su adiestramiento laboral en el magisterio y luego solicitan la liberación, tras una faena realizada con más desencantos que satisfacciones.
Otros ubicados en igual función, a sabiendas de la situación, ni siquiera se incorporan al cumplimiento del servicio social, por lo que quedan inhabilitados luego para el ejercicio profesional.
La Habana es hoy la provincia con más necesidad de maestros de esta materia, fundamentalmente en las enseñanzas primaria, secundaria y técnico-profesional. Asimismo, desde hace tiempo es el territorio con el éxodo más numeroso de estos titulados hacia actividades mejor remuneradas y con más condiciones.
Según datos ofrecidos por Yessey Vera Castillo, metodólogo de EF de la dirección provincial de Educación en La Habana, desde el 2008 hasta el curso 2013-2014, un total de 675 educadores con más de cinco años de experiencia solicitaron la baja; mientras que en la última promoción, entre la Escuela de Profesores de Educación Física (Epef) y la Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo (UCCFD) culminaron sus estudios 410 profesionales, de los cuales 147 no se incorporaron a los puestos de trabajos asignados.
El quid del fenómeno
Cuba cuenta con miles de técnicos medio y licenciados en Cultura Física. Esta última también ofrece otras esferas de actuación como Deporte, Recreación y Rehabilitación Física, tres ramas en las que giran, sobre todo, el centro de preferencia de la mayoría de los estudiantes y egresados, lo que provoca el desinterés por la EF y la creciente necesidad de profesores de la disciplina en la capital.
Según Arnaldo Rivero Fuxá, director de docencia del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), “hay mayor contención a ocupar las plazas de EF, la ven con mucho más rigor porque en una escuela le exigen un horario, cuidar pruebas, atender el comedor y huyen de esa carga. Buena parte de nuestros graduados están buscando otras opciones por limitantes económicas; muchos se van para el turismo, pues los emplean para animación y recreación, y ganan sumas considerables en divisa. Otros salen definitivamente del país”.
Rivero argumenta que existen también quienes quieren abrir gimnasios particulares o desean trabajar en artes marciales, dar masajes o impartir gimnasia terapéutica, “se buscan más dinero a través de esas vías, que constituyen una gran competencia”.
Por su parte, el máster Joel Blanco Pérez, ex jefe del grupo nacional de Educación Física hasta febrero y metodólogo nacional de esta materia, opina que en los últimos años han existido diferentes factores que atentan contra la estabilidad de la fuerza técnica en los centros educacionales —de primaria a preuniversitario, este último en menor medida— de La Habana.
A su juicio, no ha sido priorizada por parte de los directivos escolares y no se le presta la correspondiente importancia dentro del currículo académico, algo que ha tenido un ligero cambio a favor hace un tiempo, debido a las estrechas relaciones entre el INDER y el Ministerio de Educación.
“No tenemos todas las condiciones en las instituciones para que los docentes puedan desarrollar con eficiencia las clases. También conspira la calidad y la carencia de instalaciones deportivas. No hemos sido capaces de dotar al educador de los medios y el vestuario apropiado para desarrollar sus funciones diarias, y su carga laboral es muy fuerte, se le exigen 26 turnos de clases semanales, todos expuestos al sol”, sostiene Joel.
En cuanto a quienes no se incorporan al servicio social, la abogada Jeanet Rodríguez aclaró que, en correspondencia con lo establecido en el Artículo 92 de la Ley 116 Código de Trabajo, la solicitud de inhabilitación del graduado para el ejercicio profesional se presenta ante el director jurídico del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social mediante escrito fundado explicando sus causas.
Hablan los “maestros”
Oyandi Sariol Portilla cursa el quinto año en el curso por encuentros de la UCCFD. “Ejercí como profesora de EF por casi una década, pero me desmotivé porque se le prestaba más atención a lo que escribíamos en un papel que a las actividades desarrolladas en una clase. También por el tema del salario, pues deberíamos de cobrar un poco más, en dependencia del nivel o de alguna evaluación”.
Por otra parte, José Augusto Perdomo, natural de Boyeros y en segundo año de licenciatura, afirma con total convicción que cuando termine desearía dedicarse a la fisioterapia. “Dejé el magisterio debido al mal pago y a que en las escuelas somos una especie de oveja negra, pues al ser no docentes, no se nos toma en cuenta”.
Mayté Canto Ruíz estuvo cuatro años y medio impartiendo clases en una primaria hasta que se le dio la oportunidad de incorporarse al INDER en un combinado deportivo. Ella considera que no están todas las condiciones creadas en las escuelas, pues tienen que buscar o elaborar los implementos. “La mayoría de los casos que conozco, se han ido del sector por el insuficiente sueldo y un régimen metodológico muy fuerte”.
Una docena de entrevistas realizadas en la UCCFD a estudiantes de diferentes años y cursos evidenciaron interés definido por otras ramas distintas a la EF, a pesar de que aún no han vencido los estudios. Solo dos alumnos mostraron su agrado por la pedagogía.
Paliativos ante la necesidad
Interrogado ante las soluciones más urgentes para atenuar o solucionar el fenómeno en el próximo curso, Rivero Fuxá respondió que se está previendo aumentar la matrícula para tener un superávit de graduados y compensar el éxodo; además, desde septiembre se tomó la decisión de abrir sedes de la Epef en los 15 municipios de La Habana.
Sin embargo, esas son medidas a largo plazo. La necesidad de profesores de EF es un problema manifiesto y según la dirección provincial de Educación ascienden a 169 las plazas por cubrir hasta el 20 de abril, de ahí que urgen alternativas que alivien la situación en el presente.
Blanco Pérez comentó que se dio la indicación por parte de la presidencia del INDER de asegurar ese servicio con diferentes opciones que se están utilizando en estos momentos, gracias a los combinados deportivos y los encargados de recreación, actividad física comunitaria o de deportes en estos, pues la EF está priorizada por el organismo central.
“Estamos promoviendo la labor del maestro por los diferentes medios masivos, y de reconocer e incentivar el papel que ellos juegan en la sociedad”, aseveró. No obstante, Rivero Fuxá fue categórico: “podemos dar la estimulación moral e influir desde el punto de vista político-ideológico, pero eso no es lo que la mayoría de nuestros profesionales buscan”.
El reconocimiento público a los educadores de esta asignatura y su trabajo es muy importante y necesario, pero dista de garantizar su mantenimiento en las escuelas. Es una realidad que el salario debe mejorar, así como las condiciones laborales; al tiempo que se impone una revisión en la metodología aplicada por los directivos. La completa cobertura de las matrículas de profesores de EF en las instituciones escolares capitalinas no debe ser una utopía.
Anexo.
Cantidad de profesores de Educación Física con más de 5 años de servicio que han sido baja en la provincia La Habana desde el 2008 hasta el 2014.
2008-2009 | 2009-2010 | 2010-2011 | 2011-2012 | 2012-2013 | 2013-2014 | Total |
108 | 113 | 102 | 95 | 128 | 129 | 675 |
[…] otro escrito de Trabajadores es un reportaje (Silbatos ausentes) acerca de la alarmante situación que exhibe la asignatura de Educación Física en la provincia […]
Un articulo muy ilustrativo y preocupante , gracias