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Del laboratorio al surco

Las prácticas agroecológicas le permiten  obtener buenos resultados. Foto: Manuel Valdés Paz.
Las prácticas agroecológicas le permiten obtener buenos resultados. Foto: Manuel Valdés Paz.

 

Como buen campesino,  Evelio García  Sánchez siempre  tira para el surco,  por eso cuando se  retiró de la estación  de Granos de  Velasco, donde se  desempeñaba como  investigador agrícola,  retornó al terruño  natal a labrar  la tierra.

En la zona de El  Recreo, a cinco kilómetros  del poblado  de Velasco, en el  municipio de Gibara,  Holguín, tiene  ahora su campo de  experimentación:  una parcela de apenas  5,5 hectáreas  heredadas del patrimonio  familiar,  que en poco tiempo ha convertido en una finca de referencia  en cuanto a la diversificación y al uso de técnicas  agroecológicas.

“Aquí combino los conocimientos adquiridos en la  academia con el trabajo en el campo, para probar diferentes  técnicas y aplicar las más efectivas de acuerdo con  los resultados.

“Mi papá me enseñó a trabajar la tierra y cuando tuve  la oportunidad de estudiar no dudé en matricular la carrera  de ingeniero agrónomo, que terminé en el año 1976  en la Universidad de Oriente.

“En reconocimiento a mis resultados académicos,  me asignaron a la filial de Agronomía de Holguín, pero  cuando esta pasó para Granma, vine para Velasco, a trabajar  en la empresa de Semillas, primero, y la estación de  Granos, después.

“Tengo el honor de estar entre los fundadores de este  centro de investigación en el año 1983, donde he realizado  numerosos aportes al desarrollo agrícola y mantuve mi  contribución hasta que me jubilé en el 2010.

“Durante este tiempo nos dedicamos en lo fundamental  al estudio de nuevas variedades de granos, más resistentes  y de mejores cualidades, en colaboración con los  institutos Liliana Dimitrova y de Agricultura Tropical,  así como con un centro colombiano, donde asistimos a varios  eventos internacionales.

“Entre los principales logros están la introducción  de variedades de frijol mejoradas genéticamente, como la  denominada Bat 304, la más generalizada en la provincia  porque cocina bien, tiene buen sabor, es muy precoz y por  eso escapa un poco a las condiciones adversas del clima y  al ataque de plagas.

“Trabajamos también en la introducción de la soya,  sorgo y frijol caupí, todos de gran importancia para la  alimentación humana o animal y resistentes a la sequía.

“A lo largo del tiempo he ido desarrollando un sistema  de capacitación y en la actualidad participo en tres  acciones fundamentales, insertadas en las proyecciones  de la unidad de Estudios e Investigaciones Agrícolas de  Holguín, radicada en Velasco.

“Impartimos cursos y talleres de formación de facilitadores  para la producción local de semillas, en colaboración  con el Programa de Innovación Agrícola Local  (Pial), de capacitación de técnicos agrícolas integrales y  vicepresidentes de producción de las cooperativas.

“Los desechos agrícolas los mezclo con el estiércol del  ganado para hacer compost, cruzo las razas, selecciono variedades,  pongo trampas de luz con miel para capturar insectos  y construí un filtro ecológico para los residuos tóxicos”.

Por su constancia en las investigaciones, labor educativa  y ejemplo productivo, Evelio ha recibido numerosos  reconocimientos y fue seleccionado para representar a los campesinos en el XI Congreso de la Anap.

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