Como buen campesino, Evelio García Sánchez siempre tira para el surco, por eso cuando se retiró de la estación de Granos de Velasco, donde se desempeñaba como investigador agrícola, retornó al terruño natal a labrar la tierra.
En la zona de El Recreo, a cinco kilómetros del poblado de Velasco, en el municipio de Gibara, Holguín, tiene ahora su campo de experimentación: una parcela de apenas 5,5 hectáreas heredadas del patrimonio familiar, que en poco tiempo ha convertido en una finca de referencia en cuanto a la diversificación y al uso de técnicas agroecológicas.
“Aquí combino los conocimientos adquiridos en la academia con el trabajo en el campo, para probar diferentes técnicas y aplicar las más efectivas de acuerdo con los resultados.
“Mi papá me enseñó a trabajar la tierra y cuando tuve la oportunidad de estudiar no dudé en matricular la carrera de ingeniero agrónomo, que terminé en el año 1976 en la Universidad de Oriente.
“En reconocimiento a mis resultados académicos, me asignaron a la filial de Agronomía de Holguín, pero cuando esta pasó para Granma, vine para Velasco, a trabajar en la empresa de Semillas, primero, y la estación de Granos, después.
“Tengo el honor de estar entre los fundadores de este centro de investigación en el año 1983, donde he realizado numerosos aportes al desarrollo agrícola y mantuve mi contribución hasta que me jubilé en el 2010.
“Durante este tiempo nos dedicamos en lo fundamental al estudio de nuevas variedades de granos, más resistentes y de mejores cualidades, en colaboración con los institutos Liliana Dimitrova y de Agricultura Tropical, así como con un centro colombiano, donde asistimos a varios eventos internacionales.
“Entre los principales logros están la introducción de variedades de frijol mejoradas genéticamente, como la denominada Bat 304, la más generalizada en la provincia porque cocina bien, tiene buen sabor, es muy precoz y por eso escapa un poco a las condiciones adversas del clima y al ataque de plagas.
“Trabajamos también en la introducción de la soya, sorgo y frijol caupí, todos de gran importancia para la alimentación humana o animal y resistentes a la sequía.
“A lo largo del tiempo he ido desarrollando un sistema de capacitación y en la actualidad participo en tres acciones fundamentales, insertadas en las proyecciones de la unidad de Estudios e Investigaciones Agrícolas de Holguín, radicada en Velasco.
“Impartimos cursos y talleres de formación de facilitadores para la producción local de semillas, en colaboración con el Programa de Innovación Agrícola Local (Pial), de capacitación de técnicos agrícolas integrales y vicepresidentes de producción de las cooperativas.
“Los desechos agrícolas los mezclo con el estiércol del ganado para hacer compost, cruzo las razas, selecciono variedades, pongo trampas de luz con miel para capturar insectos y construí un filtro ecológico para los residuos tóxicos”.
Por su constancia en las investigaciones, labor educativa y ejemplo productivo, Evelio ha recibido numerosos reconocimientos y fue seleccionado para representar a los campesinos en el XI Congreso de la Anap.