Como otras partes del país, durante los primeros meses del 2015, Camagüey sufrió las consecuencias de una dura sequía. Hasta finales de abril el panorama se mostraba crítico por la severa sequedad del suelo, pues al igual que la población se afectaban las posibilidades de alimentación para el ganado.
El resultado se ha hecho ver con particular intensidad en ramas como la producción lechera, que en estos momentos archiva deudas superiores a los 2.5 millones de litros, frente a un plan de 14 millones que ya deberían haberse entregado a las industrias de la Empresa de Productos Lácteos en el territorio (Emplac).
Según fuentes del Ministerio de la Agricultura (MINAGRI), la ausencia de lluvias provocó que colapsaran más de mil 300 pozos y cerca de mil 600 pequeños embalses localizados en áreas de pastoreo o en unidades pecuarias. Por el mismo motivo, unos 121 mil vacunos debieron recibir agua mediante cisternas.
Sin embargo, esa alternativa ocasionó gastos adicionales y como solución no resultó más que un paliativo, pues no pudo garantizar los volúmenes de líquido necesarios para que los animales bebieran a voluntad.
Las lluvias de los últimos días han traído algo de sosiego a los ganaderos camagüeyanos, responsables de aportar casi la cuarta parte de las producciones nacionales de leche y carne vacuna, pero deberán transcurrir varias semanas para que se incrementen los rendimientos promedio, que actualmente no rebasan los dos litros y medio por vaca.
Además de por la sequía, radican los problemas en el mal manejo de los rebaños, y la falta de forrajes y otros insumos, afirman conocedores del ramo. Así piensa también Reinaldo Martínez González, especialista de ganadería en la delegación provincial del MINAGRI, para quien resulta demasiado bajo el número de vacas que se encuentran en ordeño (unas 58 mil 500). “Casi el 78 % de las reses camagüeyanas están en manos de los campesinos, en su mayoría inexpertos, que se acogieron a la posibilidad del usufructo de tierras pero no cuentan ni con la preparación ni con todos los recursos necesarios para enfrentar la tarea”, agregó.
Lo más preocupante es que la escasez de agua se va haciendo histórica en Camagüey, donde cada período seco afecta severamente la cabaña local y en la que la mayoría de los grandes productores no logran cumplir sus compromisos de entrega (en el presente calendario solo lo han hecho los municipios de Florida y Sierra de Cubitas, y la Empresa Agroindustrial de Granos Ruta Invasora).
Junto a las entregas para su abastecimiento y las destinadas al mercado en divisas, la mayor provincia del país es responsable de envíos diarios de leche a los vecinos territorios de Holguín y Granma.