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Olorum estremeció Camagüey

Por: Jorge Rivas Rodríguez y Gretel Díaz Montalvo

Foto: Orlando Durán Hernández

“Este encuentro propicia la revitalización de las raíces del folclor cubano, sus bailes y cantos tradicionales, en tanto Camagüey, ciudad toda leyendas, también africanas, deviene escenario para la amistosa confrontación entre diferentes grupos que cultivan estas expresiones”, dijo Reinaldo Echemendía, presidente del Festival de Danzas Folclóricas Olorum 2015, recién concluido en ese territorio.

El director de la prestigiosa compañía Ballet Folclórico de Camagüey (BFC) señaló que a través de todas sus ediciones Olorum —que en yoruba significa sol, energía— se ha propuesto preservar la identidad nacional, a la vez que promueve la cultura popular y tradicional. Igualmente permite —dijo— “una estrecha relación entre profesionales de la música y la danza afrocubanas y el público que asiste a los espectáculos en diversas plazas”.

Dedicado a la memoria de Alfredo Velázquez —hace pocos años fallecido—, quien dirigió la compañía Danza Libre, de Guantánamo, la VII edición del Festival estableció estrategias de desarrollo y proyecciones para la divulgación y el avance de esta manifestación artística. Se previó un espacio teórico al que asistieron directores, coreógrafos y estudiosos del folclore, como el maestro Rogelio Martínez Furé, fundador del Conjunto Folclórico Nacional (CFN), el cual impartió la conferencia Ay folclor, ese río de aguas siempre renovadas, y presentó su libro Pequeño Tarikh. Apuntes para un diccionario de poetas africanos.

Martínez Furé alertó sobre los peligros de una posible pérdida de la identidad nacional: “Hay que recuperar las memorias para no repetir errores”, y puntualizó que “hay que evitar el jineterismo pseudocultural que quiere convertirnos en paisajes exóticos para el entretenimiento de turistas ociosos”.

Echemendía apuntó que en Olorum 2015 se potenció ese diálogo que permitió la reflexión profunda sobre las raíces folclóricas cubanas. “Mientras en los teatros y plazas de Camagüey —expresó— se presentaban cerca de una veintena de prestigiosas compañías en el Centro de Gestión Cultural, de la Oficina del Historiador, se suscitaban estos debates con un denominador común: cómo defender la autenticidad del folclor y su diversidad”.

El también profesor, coreógrafo y compositor musical, agradeció la presencia de personalidades de la cultura cubana, entre ellas el doctor Martínez Furé —además guionista, folclorista y cantante—, quien recibió la distinción Espejo de Paciencia, máximo lauro que otorga la dirección de Cultura en Camagüey; y Manolo Micler, director del CFN, al cual se le entregó el premio Olorum 2015. Isaías Rojas, director de Ban-Rrarra, e Isidro Rolando Thondike, Premio Nacional de Danza 2009, recibieron la distinción Aché.

El místico encanto de esta festividad ideada por Echemendía alcanzó momento sublime cuando —con la nobleza que le caracteriza como maestro y como hombre— durante la clausura del evento igualmente homenajeó a Salvador Cervera, custodio de la compañía, “humilde hombre de 81 años de edad —aseveró— que desde los primeros pasos del BFC ha estado incondicionalmente a su lado”.

Tras cinco impetuosas jornadas que contaron, asimismo, con la presencia de la Premio Nacional de Danza, Silvina Fabars, y de Bárbara Balbuena, decana de la Facultad de Arte Danzario de la Universidad de las Artes, así como con profesores, críticos y asesores de danza, Olorum 2015 llegó a su fin, con el saldo de haberse erigido en una de las ediciones de mayor repercusión, sobre todo entre los camagüeyanos, quienes disfrutaron además de la actuación del CFN, de Obbiní Batá, de Danza Libre, de Danza Folklórica Babull, y de otras agrupaciones locales, entre ellas de aficionados. Carolina Pozuelo, bailaora española, llevó su coreografía De La Habana vengo a La Habana voy, junto al BFC.

En la clausura, la compañía anfitriona interpretó Cordoneros, Oddua y Kimbámbula, colorido espectáculo que también contó con el grupo Desandan.

Olorum tendrá en el 2017 su octava edición, entretanto el BFC continúa su apretada agenda de trabajo. Aún con el cansancio de estos intensos días, ahora se presentan en el Festival Fidans, en Santiago de Cuba, con Mi mulata y yo, Obbini Ayabba y Cordoneros.

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