Hace casi cuatro años que la licenciada Karina Pardo Rodríguez dirige la Asociación Hermanos Saiz (AHS) en la provincia de Holguín y lleva sobre sus hombros la responsabilidad de ser una de las organizadoras del principal evento de esta organización, Las Romerías de Mayo.
Pero sus vínculos con este Festival Internacional de Juventudes Artísticas, que anualmente se celebra en la Ciudad de los Parques del 2 al 8 de mayo, datan de mucho antes, de su época como estudiante de la especialidad socio-cultural allá por el ya lejano 2001.
Esta grácil y locuaz muchacha, cuyos lazos con la festividad se estrecharon a partir del 2005 al graduarse y empezar a laborar en la sección de investigación social de la AHS, ha sabido encarar estas responsabilidades y responde gustosa las preguntas de Trabajadores al iniciarse la XXII Edición.
P: Las Romerías surgieron en pleno período especial, algunos le auguraron corta vida, pero el tiempo ha demostrado lo contrario.
K: Si, efectivamente, Las Romerías de Mayo surgieron en el año 1994, en pleno Período Especial, cuando la AHS decidió retomar la vieja tradición religiosa holguinera de celebrar el Día de la Cruz, iniciada por el fraile franciscano Antonio de Alegrías, quien el 3 de mayo de 1790 subió el cerro con una cruz a cuesta, y convertirla en fiesta pagana de tradición y modernidad, en el cual los participantes llevan en hombros una réplica gigante del Hacha de Holguín, el símbolo de la ciudad.
Por su poder de convocatoria, el papel aglutinador de la cultura, la labor del comité fundador, compuesto por más de 70 personas que trabajan de forma permanente, y el respaldo del Partido, el Gobierno y muchas instituciones y amigos Las Romerías han ido venciendo dificultades y ganando en adeptos hasta convertirse en lo que es hoy, un Festival Internacional de Juventudes Artísticas.
P: Como Vicepresidenta del Comité Organizador qué opinión le merece la actual edición.
K: Las Romerías se han ido superando de edición en edición y así lo confirma la XXII Edición, que está dedicada la ética martiana y rompe todos los records de participación con más de 350 delegados extranjeros de 26 países y 230 proyectos de la AHS.
Sin lugar a dudas que Las Romerías son un festival de festivales, un megaevento con 16 espacios, cada uno de los cuales constituye un festival en sí porque funciona de manera simultánea pero independiente.
Tal es caso de Babel, espacio dedicado a las artes plásticas que cumple 20 años, donde se trabaja mucho con los performances y los primeros tres días están dedicados a las tradiciones, a los maestros y sus obras y los siguientes a la modernidad y los alumnos.
No se quedan atrás el teatro y la danza callejera, que por estos días ocupan las principales plazas y calles de la ciudad y atrae un numeroso público, y La cámara azul con variadas propuestas audiovisuales de jóvenes realizadores que no sólo se exhiben en salas cerradas, sino también en lugares abiertos.
Gran poder de convocatoria tienen, sobre todo entre los jóvenes amantes de la música, las Rockmerías, que este año cuenta con la participación de ocho bandas extranjeras y Electrorromerías, dedicadas los productores electrónicos.
Desde el punto de vista teórico tenemos Memoria nuestra, evento articulador de diálogo y confrontación de importantes investigaciones, Poetas del mundo, espacio que está posesionado en la red de manera virtual, pero que en Holguín acoge a más de 30 poetas de forma real y Palabras compartidas, que está dedicado a la literatura, tiene como invitado al Premio Nacional Eduardo Heras León y busca la retroalimentación entre jóvenes escritores.
Creo, por último, que un componente esencial es el pueblo holguinero por la acogida y participación en este dialogo multicultural que deviene las Romerías y convierte a Holguín en capital del arte joven.
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