Entrevista a Mikhail Kamynin, embajador de la Federación de Rusia en Cuba, con motivo de la celebración del aniversario 70 del Día de la Victoria, y los 55 años del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Moscú y La Habana.
El 9 de mayo de 1945, el pueblo soviético ganó una guerra sin precedentes para el futuro de toda la humanidad, por un presente lleno de vida y diversidad, para ello entregó 28 millones de personas.
El mejor homenaje en memoria de los caídos es hacer todo lo posible para evitar el renacer del nazismo, así como impedir los intentos de reescribir la historia, con el fin de minimizar el decisivo papel jugado por la antigua Unión Soviética en la derrota de la Alemania fascista.
Lamentablemente, lo que está ocurriendo en la martirizada Europa, por ejemplo en la hermana Ucrania -donde en su tiempo vivieron y estudiaron no pocos cubanos-, años de pobreza, desespero y corrupción, crearon allí un caldo de cultivo para, con potente empuje desde fuera, dividir la sociedad, forjar un sangriento golpe de Estado y provocar de hecho una guerra civil; todo bajo señales abiertamente neonazis.
De los millones de soviéticos caídos en la Gran Guerra Patria, cinco millones eran ucranianos.
Rusia, como se sabe, no escatima esfuerzos para restaurar la paz en Ucrania. Pero, sería una tarea mucho más sencilla sin los embates destructivos de Washington, interesado en mantener a Kiev bajo su órbita geopolítica, y explotarlo con dudosos intereses.
El mundo no es un gran tablero de ajedrez; está poblado por seres humanos. Hacerle el juego al nazismo, traicionando la hazaña de los vencedores, es tan sacrílego como irresponsable. Todo lleva su tiempo. Confiamos en, que llegará el día cuando el 9 de mayo vuelva a ser en Ucrania lo que debe ser, una fiesta entrañable y sagrada.
Les puedo asegurar que el aniversario 70 del Día de la Victoria lo conmemoraremos en grande en Moscú. Muchos países del mundo harán lo mismo. Aquí en Cuba, ese día tan especial, todos los rusos que nos encontramos en esta isla, junto a los amigos de los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), y los hermanos cubanos, rendiremos homenaje a los que salvaron al mundo del nazismo.
¿Cómo valora los vínculos con Cuba al cumplirse 55 años del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre nuestros países?
El 8 de mayo celebraremos juntos otro aniversario de nuestra amistad y hermandad. Su festejo habla del pasado común que siempre vivirá en nuestras almas.
Esa relación merece un gran futuro, que llegará con un perseverante trabajo. La visita a La Habana, el 11 de julio del 2014, del presidente de Rusia Vladimir Putin, permitió impulsar el trabajo en los ámbitos político, económico, financiero, así como el médico-farmacéutico. Ahora, avanzaremos con la visita oficial a Cuba del presidente de la Duma Estatal (cámara baja del Parlamento), Serguéy Naryshkin, desde hoy hasta el próximo 6 de mayo.
La Comisión Mixta Intergubernamental, cada vez se muestra más eficaz. Su última sesión se desarrolló el pasado 22 de abril en la ciudad rusa de Kazán. Tanto a través de ella como fuera de su marco de acción, desarrollamos una serie de proyectos e iniciativas de diferentes envergaduras; entre estos, la construcción de cuatro bloques energéticos para las centrales termoeléctricas Máximo Gómez Báez, de Mariel, y la del este de La Habana.
También, la modernización de la planta metalúrgica José Martí, los proyectos petroleros de las empresas Zarubezhneft y Rosneft en la Isla y muchos otros. Resumiendo, pretendemos consolidar la asociación estratégica ruso-cubana basada en la visión común de cómo debe ser el orden mundial a la altura de tercer milenio.
El presidente Putin ratificó recientemente la creación del Banco de Desarrollo del grupo BRICS. ¿Cómo vislumbra el futuro de esta entidad?
Rusia asumió la presidencia rotatoria del quinteto a partir del 1o de abril, y será de máxima prioridad, coadyuvar a la plena transformación del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en un mecanismo de cooperación global de nuevo tipo; así como brindar a las economías de sus Estados miembros, un auténtico efecto acumulador.
La próxima Cumbre del Grupo tendrá lugar los días 10 y 11 de julio, en la ciudad rusa de Ufa. Contribuirá a impulsar el funcionamiento de su nuevo Banco de Desarrollo llamado a equilibrar y democratizar las finanzas mundiales.
Su capital inicial será de 100 mil millones de dólares, de ellos, China aportará unos 41 mil millones; Rusia, India y Brasil, 18 mil millones cada país; y Sudáfrica 5 mil millones.
Es la primera vez que se crea una institución de este tipo sin la participación de Occidente, sin embargo, resulta sintomático que algunos países occidentales estén tanteando la posibilidad de entrar en el Banco. Es bueno aclarar, que sus puertas están abiertas para nuevos miembros.
Los BRICS constituyen un factor real e importante en la agenda internacional, y de hecho, una locomotora de la economía mundial. Su aparición es una señal de que el sistema global cambia para mejor.
¿Qué opinión le merece la situación actual que vive Europa en relación con Rusia?
La relación de Rusia con la Unión Europea, vive un momento complejo debido a la política de sanciones por las que optó Bruselas con el pretexto de la situación en Ucrania. Claro que, tal política contradice los intereses vitales de los europeos, y está siendo dictada por la influencia norteamericana sobre Europa. Pero, a nivel bilateral mantenemos un fluido diálogo con la mayoría de las capitales europeas. Es innegable, que las voces razonables en el Viejo Continente van cobrando fuerza.
Estamos convencidos que nuestros socios con los que compartimos el espacio euroasiático, la convivencia histórica, comprenderán que la mejor solución es abandonar los fantasmas de la Guerra Fría, y no seguir malos consejos respeto a sus relaciones con Rusia, siempre dispuesta, a “dar la mano franca a un amigo sincero”, si lo es realmente.