Debatir sobre el máximo aprovechamiento de las tierras, la rotación y selección de cultivos e intercambiar experiencias en aras de aplicar las que mejor se avengan a cada tipo de suelo y región, serán objetivos medulares del XI Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), que se desarrollará en La Habana entre el 15 y el 17 de este mes.
Para el sector cooperativo y campesino, el que mayores aportes hacen a la producción de alimentos actualmente, es un imperativo lograr que las inversiones que realiza el país en el sector agrícola se traduzcan en mayores volúmenes, rendimientos, variedades y eficiencia en general,
Varias actividades de la agricultura van consolidándose y sería imperdonable retroceder por razones subjetivas; encontrar las motivaciones para que los hombres permanezcan en el campo y enfocar el trabajo político ideológico hacia la comprensión de su entrega, sacrificio y producción, serán también claves de este congreso.
En él se debatirá también sobre la colaboración que le brindan los centros científicos a ese sector, en aras de alcanzar las metas productivas que harán reducir la brecha entre la oferta y la demanda, y en consecuencia la disminución de los precios de los productos agrícolas en los mercados.
El proceso de entrega de tierras en usufructo ha rejuvenecido la campiña, con la entrada de unos 140 000 usufructuarios, de los cuales unos 28 mil tienen menos de 30 años, pero impone nuevos desafíos a la ANAP, una organización que tiene el encargo de capacitar, a través de diferentes movimientos productivos, agroecológicos y el de campesino a campesino, a todos aquellas personas que se han incorporado al sector sin los conocimientos necesarios para extraer el mejor provecho a la tierra y a cada cultivo.
Rafael Santiesteban Pozo, miembro del Consejo de Estado y presidente de la organización anapista, reconoce que, pese al nivel escolar que poseen estos usufructuarios, requieren capacitación, porque no todos tienen el arraigo campesino que también hace falta para que en el campo haya prosperidad sostenible.
Una de las responsabilidades del XI Congreso es además, promover el desarrollo de la ciencia y la técnica en las unidades productivas; “porque de la misma manera en que hace falta seguir cultivando la voluntad de las personas, es necesario incorporar los adelantos científicos y tecnológicos, para incrementar rendimientos y humanizar las labores del campo”, reconoció Santiesteban.
En el proceso de transformaciones que vive el país, la ANAP abogar por el uso racional de los recursos naturales, de la producción sostenible, el cumplimiento de la disciplina tecnológica y por continuar reduciendo las tierras improductivas.
Un tema trascendental en este evento versará sobre el aporte que hacen los campesinos y cooperativas en las producciones de mayor impacto económico y en la sustitución de importaciones, como son frijoles, maíz, caña, leche, carne, miel, café y tabaco. La producción de alimentos para el pueblo es la tarea fundamental de este movimiento, que agrupa a más de 378 mil cubanos.
