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Aida Rosa entre las primeras

Con la vitalidad que la caracteriza, Aida Rosa Claro Sánchez, a quien le fue otorgada la Orden Lázaro Peña de segundo grado, muestra el orgullo de poder asistir una vez más a esta gran demostración de pueblo en  apoyo a la Revolución y al gobierno cubano. Foto: Agustín Borrego
Con la vitalidad que la caracteriza, Aida Rosa Claro Sánchez, a quien le fue otorgada la Orden Lázaro Peña de segundo grado, muestra el orgullo de poder asistir una vez más a esta gran demostración de pueblo en apoyo a la Revolución y al gobierno cubano. Foto: Agustín Borrego

 

Entre los condecorados presentes en la Tribuna de la Plaza de la Revolución José Martí, este Primero de Mayo, está Aida Rosa Claro Sánchez, a quien le fue concedida la Orden Lázaro Peña de segundo grado, que otorga el Consejo de Estado.  Con la vitalidad que siempre la caracteriza, esta cubana, nacida el 28 de septiembre de 1935, muestra el orgullo de poder asistir una vez más a esta gran demostración de pueblo en  apoyo a la Revolución y al gobierno cubano.

“Nunca he dejado de asistir a un desfile en la Plaza de la Revolución”, afirmó a Trabajadores, durante un recorrido por  diferentes colectivos laborales, organizado por el Sindicato Nacional de Trabajadores del Transporte y los Puertos, en reconocimiento a los hombres y mujeres del sector que serán condecorados en horas de la noche de este Primero de Mayo.

Para Aida  es imposible olvidar su  niñez en la finca La Caridad, en la entonces provincia de Las Villas. La pobreza, el abandono al cual eran sometidos los campesinos cubanos quedaron grabados por siempre en su mente, como un triste recuerdo de los amargos momentos por los cuales tuvieron que transitar los hombres  y mujeres del campo.

Fue esa situación la que la llevó a vincular se a la lucha clandestina y posteriormente, al triunfar la  Revolución se incorporó a la Policía Nacional Revolucionaria hasta el año 1973.

A partir de entonces se integró al sector del transporte, en el cual ha estado todos estos años, consagrándose como vanguardia. Sus labores, primero como custodio, y luego en función de los servicios, fueron reconocidas en varias oportunidades con la condición de vanguardia nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores del Transporte y los Puertos. Ha sido merecedora también de la medalla Jesús Menéndez y la Orden Lázaro Peña de Tercer Grado, que otorga el Consejo de Estado, así como del Sello Conmemorativo 75 aniversario de la CTC.

La vida de Aida Rosa no se concreta a su actividad en el sector del transporte. Desde hace 17 años se ocupa en su tiempo libre de una pequeña parcela de tierra, y es miembro de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños.  Manifiesta que en 1993, a raíz del llamado período especial, comenzó a sembrar hortalizas en un terreno baldío para el autoconsumo de su entidad.

Cuando hablamos de los jóvenes y de la presencia de éstos en el desfile del Primero de Mayo, dijo que siempre los aconseja, que cuiden a la Revolución, “porque es lo más grande  que hemos tenido los cubanos”.

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