Si con el final de abril en el horizonte les parece que el año está avanzando demasiado rápido, véale el lado positivo. Justo en el último día del mes, a las 8:30 de la noche, la cortina del cine Chaplin se descorrerá para dar comienzo a la XVIII edición del Festival de Cine Francés en Cuba.
Uno de los atractivos de este año es la presentación de cuatro clásicos restaurados –Cero en conducta (Jean Vigo, 1933); La gran ilusión (Jean Renoir, 1937); Los niños del paraíso (Marcel Carné, 1945); Casco de oro (Jacques Becker, 1952)-, enviados por el Instituto de Cine Francés y en los que, al decir del crítico Antonio Mazón, se podrá apreciar mayor número de detalles y disfrutar mejor elementos como el vestuario, la escenografía y rasgos físicos de los artistas.
Junto a estos filmes llegan a nuestro país cintas como Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?, todo un fenómeno de público en el último año en Francia; Regreso a Ítaca, del realizador Laurent Cantet con guion de Leonardo Padura y actuaciones cubanas; Amar, comer y beber, la última película rodada por el recién fallecido Alain Resnais; y Dos días, una noche, obra por la que la actriz Marion Cotillard mereció una nominación al Oscar a la actriz francesa Marion Cotillard.
Camile Barnaud, agregada cultural de la Embajada de Francia en Cuba, informó que entre la delegación invitada al evento se encuentra el ganador del premio Oscar Costa-Gavras, los productores Silvie Pialat y René Bonell, y ya habituales Christophe Barratier y Nouredine Essadi, artífices y creadores del Festival.
Por su parte Frederique Bredin, presidente del Centro Nacional de Cine Francés, vendrá a La Habana para discutir con dirigentes cubanos del Instituto Cubano de Artes Cinematográficas sobre diversos temas en materia de cooperación.
Como ya es tradicional, en La Habana las personas interesadas podrán adquirir los pasaportes —paquete de entradas válidos para 10 funciones y con un valor de 15 pesos— en las taquillas de los cines Chaplin, Yara, La Rampa, Multicine Infanta y 23 y 12, del proyecto 23.