Ulises Guilarte De Nacimiento gusta de contextualizar criterios cuando valora la gestión de la organización que dirige y como saludo inicial expresó: “Aquí, entre los tiros… porque cuando hay tiros hay combate y de ahí salen las soluciones que necesitamos para los problemas, que son muchos”.
Al frente de los destinos de la Central de Trabajadores de Cuba a partir de su XX Congreso, en febrero del pasado año, Guilarte De Nacimiento no desconoce el inmenso compromiso que le ha tocado desempeñar, y cree que la esencia del movimiento sindical en la Cuba de hoy está en representar con mayor efectividad los legítimos derechos y deberes de los trabajadores y al propio tiempo movilizarlos en función de maximizar las reservas internas de eficiencia que reconocemos existen en nuestros programas de desarrollo en un escenario de cambios y transformaciones dirigidos a actualizar y perfeccionar el modelo económico nacional.
Con ese propósito argumentó que construir un proyecto social socialista, próspero y sostenible, nos impone un gran desafío en el terreno económico; este año se ha planteado alcanzar un crecimiento del PIB ligeramente superior al 4 %, que se materializa en los colectivos y sus protagonistas son los trabajadores, por eso la CTC y los sindicatos sentimos una alta responsabilidad con nuestro pueblo.
“Las explicaciones a los incumplimientos no generan riquezas, que son las que necesitamos para satisfacer nuestras necesidades materiales incluyendo el salario y cubrir los enormes gastos sociales que tiene el país. La batalla en el terreno económico-productivo continuará siendo una prioridad de la labor de nuestro movimiento sindical”, remarcó.
A pocos días de la celebración por el Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, dijo en entrevista a este órgano que la CTC y los sindicatos nacionales están enfrascados en tareas prioritarias en el ámbito laboral, entre ellas la actuación de nuestras organizaciones sindicales en la aplicación de la política de reordenamiento de la fuerza laboral, cuya composición y relaciones se transforman a partir del perfeccionamiento de los organismos de la administración central del Estado, la separación de las funciones estatales de las empresariales y, sobre todo, el sostenido crecimiento de las formas de gestión no estatal.
“Ya al cierre de marzo sumamos la cifra de 495 mil 725 trabajadores actuando bajo esta forma de gestión, en una amplia gama de actividades, tales como arrendatarios, usufructuarios y cooperativas no agropecuarias, entre otras. De ellos el 12 % son jubilados, el 17 % son además trabajadores asalariados, 33 % jóvenes y el 28 % mujeres, algo que identifica la transformación cualitativa de ese escenario laboral.
“Al propio tiempo participamos junto a las direcciones administrativas en la evaluación permanente de la efectividad alcanzada en la aplicación del paquete de medidas dirigidas a dotar de mayor autonomía y facultades en su gestión económico-financiera a la empresa estatal socialista, la estructura productiva básica de la economía. Como parte de esta, una particular atención recibe la aprobación de sistemas de pago que vinculan el salario a los resultados.
“Celebramos además la fiesta del proletariado mundial en un momento donde avanzamos en la implementación de los acuerdos y objetivos del XX Congreso de la CTC, entre estos el nuevo Código de Trabajo y su reglamentación complementaria, en cuya instrumentación se materializa la capacidad de negociación del sindicato en cada centro laboral a través de los convenios colectivos de trabajo.
A partir de ahora, la mayor complejidad
Valorar la actual etapa y las proyecciones podría parecer un acto de alquimia, y el Secretario General de la CTC es enfático al considerar que el país se adentra en los cambios de mayor alcance y complejidad en su contexto económico, lo que continuará impactando en nuestra legislación laboral y pondrá en tensión la capacidad del movimiento sindical de adecuar su funcionamiento y su gestión a ese conjunto de transformaciones.
Por ello los esfuerzos principales los dirigimos a asegurar el fortalecimiento de nuestras bases sindicales —dijo— pues el sindicato lo conforman los afiliados; son quienes llevan a vías de hecho las orientaciones y tareas en el ámbito de cada colectivo. Este es el espacio donde se desarrolla la vida y el quehacer sindical. Para nosotros resulta estratégico que nuestras bases sindicales logren un funcionamiento que sea expresión de su liderazgo, del reconocimiento a su utilidad por los trabajadores y se refleje en la capacidad de convocatoria que necesitamos tenga la organización.
Como variable decisiva calificó la necesidad de consolidar la política de cuadros, “pues el dirigente sindical —afirma— más que un dirigente tiene que ser un líder. Solo los líderes tienen la capacidad de mover a las masas, y tenemos que lograr que sean las propias masas las que asuman un superior protagonismo en el momento de su selección, así el compromiso será recíproco.
“El éxito de este propósito —sentenció— requiere una superior y sistemática vinculación y acompañamiento de las estructuras intermedias y superiores de dirección con sus bases.
“En segundo lugar está la capacitación. El trabajo sindical tiene un carácter y fundamento legal amparado en el Código de Trabajo, donde están refrendados derechos y deberes, por lo que un sindicato sin conocimiento, sin dominio de lo que allí se reconoce, no tendría la capacidad de formularse criterios propios, solo amplificaría el discurso administrativo y no aportaría los ricos criterios que siempre brindan los obreros al proceso de dirección de la producción.
“La otra línea estratégica es la asamblea de afiliados, concebida como el espacio donde los trabajadores exponen sus demandas y a la vez ejercen su derecho constitucional de participar en las decisiones del proceso productivo. Lázaro Peña decía que el sindicato es la asamblea, porque aprueba en un ejercicio democrático y de participación, cómo instrumentar en el colectivo sus propuestas, y a la vez decide y encarga un mandato.
“Tenemos que lograr que la participación de los trabajadores en la asamblea no solo sea de presencia, sino de aporte, de contribución. Que el obrero no se sienta allí como un convidado de piedra, sino como alguien con la responsabilidad de aportar.
“Claro, que también sienta que la asamblea discute los asuntos que preocupan al colectivo, como el salario, la capacitación técnica, las condiciones de trabajo, la alimentación, el transporte, la seguridad y salud del trabajo, entre otros, y además que lo planteado tenga el seguimiento, la solución o respuesta”, refirió el dirigente sindical.
De la emulación qué
Parecería que la emulación desaparece, le insinúo, y el Secretario General de la CTC recuerda que el XX Congreso de la organización acordó continuar fortaleciendo los movimientos emulativos a partir del cumplimiento de principios: desarrollarla en el seno del colectivo laboral, elevar al máximo el rigor de su evaluación y que solo se premien los resultados, no los esfuerzos.
“Ello conllevó —dijo— a que la emulación se organizara en escenarios productivos, aunque tampoco indicamos que se eliminara de los centros presupuestados y de servicios, y es propósito que se fortalezcan cada vez más en las bases sindicales.
“Hoy los mejores resultados se obtienen en el sector azucarero, en la industria alimentaria, en el petróleo, en la actividad industrial, la construcción, y ratificamos el desarrollo de esos movimientos en sectores primarios y básicos de la economía con énfasis en el reconocimiento moral, pero sin descuidar el material, ambos tienen que armonizarse”.
Puntualizó, asimismo, que la atención a los Héroes del Trabajo de la República requiere una transformación a fin de que esos hombres y mujeres tengan institucionalmente un tratamiento superior por parte de los propios organismos donde laboran o laboraron.
“En tal sentido el movimiento sindical ha presentado un proyecto dirigido a identificar un conjunto de acciones para que los Héroes reciban un tratamiento diferenciado en atención a su salud, viviendas, vehículos, etcétera. Incluso recientemente se aprobó por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social que esos compañeros reciban excepcionalmente el ciento por ciento del salario que devengaban a la hora de jubilarse”.
El salario: la gran batalla
Muchas son las experiencias que los debates sobre el empleo y salario han aportado al movimiento sindical, “dos vertientes en las que, según su decir, tenemos alta responsabilidad; la experiencia nos indica que la eficiencia no siempre se logra con la reducción de plantillas, hay otras vías vinculadas a la organización y normación del trabajo, la reducción de gastos administrativos y a mejoras tecnológicas que tributan a este propósito.
“Hoy los sindicatos han elevado el rigor de los análisis y se aprecia mayor interés y exigencia por el dominio de los indicadores directivos y sus límites, desde la aprobación de un conjunto de medidas para garantizar que el salario crezca siempre que progrese la productividad; en eso es fundamental el diseño, la aplicación y evaluación de los resultados de los sistemas de pago aprobados”.
Dijo que la aplicación de la Resolución 17 no siempre estuvo precedida de una efectiva capacitación de dirigentes administrativos y sindicales por lo que se han identificado insuficiencias y desviaciones, “aunque es algo que aún lleva poco tiempo en práctica. “Pero el aumento del salario no solo podemos identificarlo con la Resolución 17; es un asunto que requiere de la evaluación integral del conjunto de normas que se han aprobado, unido al mejoramiento de la contabilidad (solo el 40 % de las entidades la tienen certificada), así como problemas con la concertación de los contratos y la planificación económica que derivan en atrasos en la importación de insumos y materias primas.
“El salario continúa siendo la mayor demanda y preocupación de nuestros trabajadores, hemos estudiado a profundidad su impacto en la desmotivación y la emigración laboral que en no pocos colectivos se expresa; por ello de forma sistemática los sindicatos nacionales junto a sus Oace y Osde realizan evaluaciones de su comportamiento y adoptan decisiones para corregir las desviaciones que se presentan”, precisó.
Amplía la CTC contactos con el mundo y la FSM
Guilarte De Nacimiento informó que recientemente encabezó una comitiva sindical que visitó Vietnam, Laos y China, con el propósito de estrechar las solidarias relaciones bilaterales y apreciar las experiencias alcanzadas por esas organizaciones sindicales en la atención a las formas de gestión no estatal, empresas con amplia inversión extranjera y en zonas especiales de desarrollo.
“En esos lugares intercambiamos y recibimos una información amplia, que resulta de mucha importancia para nosotros. Al propio tiempo acordamos articular una plataforma de acciones dirigidas a la integración de nuestras posiciones en los diferentes fórums internacionales, de manera particular en la OIT.
Primero de Mayo: alegría infinita
La alegría por tener ya en la patria a nuestros Cinco Héroes cuyos ejemplos de dignidad y valor tanto han significado para los cubanos, unido a la actual coyuntura internacional caracterizada por un nuevo enfoque del Gobierno estadounidense hacia Cuba son aspectos que también valora el Secretario General de la CTC en vísperas de la fiesta de los trabajadores. “El proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas con ese país abre una nueva etapa hacia la derrota de esa política de bloqueo que tanto daño ha causado a nuestro pueblo”, dijo.
“La jornada del Primero de Mayo ratificará nuestra firme decisión de continuar enarbolando la batalla de respaldo y reconocimiento del proceso de integración que hoy tiene nuestra región, y daremos igualmente nuestro pleno respaldo a la Revolución Bolivariana ante las sanciones unilaterales de Estados Unidos de declarar a Venezuela una amenaza a su seguridad nacional.
“Asimismo festejaremos el aniversario 70 de la fundación de la Federación Sindical Mundial y será un espacio de reconocimiento a quienes dedicaron años de lucha a defender un movimiento internacional unitario y clasista”, apuntó.
Finalmente convocó a que la mayor concentración de masas anual en el país se convierta en espacio de alegría y de demostración de los trabajadores en el poder, un genuino mensaje al mundo de nuestra unidad y respaldo a la Revolución, a Fidel y a Raúl.
