Es importante capacitar y preparar a los trabajadores para que sepan interpretar las leyes laborales, y en consonancia discernir qué pueden exigir y cómo aportar a tenor de lo establecido. Por esos senderos es cardinal que transite también la aplicación de la Resolución 17/ 2014, del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, para muchos una de las mejores normas aprobadas respecto a los sistemas de pago, pero perfectible como toda obra humana.
Funcionarios del sindicato nacional del sector azucarero (SNTA) consideran que dicha disposición es muy general, y se aplica a nivel empresarial, lo que afecta a los trabajadores de unidades de base (UEB) eficientes como son las de algunos centrales.
Ejemplifican que si estas alcanzan utilidades no pueden redistribuirlas entre el colectivo, pues resulta un requisito el cumplimiento del encargo estatal por la entidad rectora, aunque su objeto social sea otro.
Mientras tanto, es innegable que la implementación de la Resolución 17 ha permitido incrementar los ingresos en la medida que aumenta la eficiencia. Datos aportados por el SNTA recogen que hace un lustro el salario promedio apenas frisaba los 400 pesos y la productividad anual por hombre era de unos 8 mil.
Sin embargo, para el plan del presente año el primer indicador más que se duplica y el segundo asciende a 22 mil pesos. Ello está sustentado en crecimientos de la fabricación de azúcar en el último trienio, con un pronóstico para el actual superior al 20 %, y el lógico impacto positivo en la economía y en los ingresos de los trabajadores.
Conscientes están en el sector, de que a los buenos números y a las satisfacciones en cuanto a salario no se llega de una vez y por todas. Por eso aplaudimos las acciones conjuntas del sindicato y el grupo AzCuba para asegurar la correcta instrumentación de esta reglamentación, con destaque en el examen y el debate de todos los aspectos que pueden incidir en el ascenso o disminución del valor agregado bruto, de lo cual depende cuánto se gana.
No puede seguir ocurriendo que se pague sin respaldo productivo. Se insiste en evitar el deterioro del indicador gasto de salario por peso de valor agregado, para no tener que aplicar 225 pesos como salario base de cálculo.
Tal cifra está muy por debajo del jornal medio del sector, lo cual genera problemas en los colectivos, pues se obvian el salario de la plaza, los pagos adicionales plasmados en el contrato de trabajo, y la calificación técnica y profesional del empleado.
Como hemos dicho en otros comentarios, esa disposición legal por sí sola no garantiza que engrose el sobre del cobro. Deben ser puestas en práctica otras medidas económicas, algunas relacionadas con el capital humano, con total conocimiento para el sindicato y los trabajadores.
Ya se habla de que en la próxima zafra habrá ajustes en la aplicación de los sistemas de pago por resultados, con vistas a lograr una adecuada relación entre, la productividad, la eficiencia y el salario . De esta y del cumplimiento de los planes tienen que depender inexorablemente los ingresos.