Icono del sitio Trabajadores

Finaliza Feria del Libro en Cienfuegos

La Feria debe lograr, sobre todo, satisfacer lo más posible las expectativas de los lectores y amigos de los libros y la literatura. Foto: Barreras Ferrán.
La Feria debe lograr, sobre todo, satisfacer lo más posible las expectativas de los lectores y amigos de los libros y la literatura. Foto: Barreras Ferrán.

El Pabellón Infantil Tesoro de Papel, ubicado en un sitio cercano al litoral de la bahía, fue sede de la clausura del capítulo correspondiente a la provincia de Cienfuegos de la XXIV Feria del Libro, la que ha dejado entre el público lector satisfacciones y también sinsabores.

El espectáculo de cierre, titulado En un reino de papel, contó con las actuaciones de la Tía Rosa (Rosa Campos) y sus niños y de los payasos Chupita, Colorete, Panetela y Merengue. Se presentó además, la obra El Príncipe de papel, de Miguel Pérez Valdés, editado por el sello cienfueguero Reina del Mar. Al finalizar, un Para bailar masivo puso fin a la jornada.

Como puntos a favor de la concepción y organización de la fiesta de los libros pueden mencionarse la realización del siempre atrayente programa profesional y literario, el cual acercó a los asistentes a novedades editoriales, escritores reconocidos y agrupaciones musicales tan sobresalientes como la orquesta femenina de flautas Diadema.

Otro aspecto positivo fue llevar la Feria a diversos lugares de ese territorio, como la refinería de petróleo Camilo Cienfuegos,  dirección territorial de Etecsa, delegación del Ministerio del Interior, Escuela Provincial para la Defensa, central termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes y los centros penitenciarios, entre otros muchos.

Sin embargo, a todas luces fue insuficiente la cantidad de volúmenes puestos a la venta y la variedad de ellos. Aunque no cuento con las cifras oficiales, resulta evidente que la cantidad ofertada no satisfizo completamente el interés de los lectores que acudieron a las carpas montadas en el céntrico Paseo del Prado y las librerías Dionisio San Román y La Bohemia.

Por otra parte, la promoción fue también insuficiente, y el ritmo que tradicionalmente tomaba la ciudad durante la fiesta literaria se vio notablemente disminuido. En eso puede haber influido quizás, la disgregación estructural que se la ha dado a la Feria, con demasiado espacio entre un capítulo y otro (entre provincias), lo que provoca que el “éxtasis” capitalino no se traslade con características similares a otros territorios, como sucedía anteriormente.

La Feria del Libro es esperada y se ha convertido, por derecho propio, en uno de los eventos culturales más importantes de cada año. Por tanto, los análisis a posteriori deben considerar los pros y los contras para fortalecerla y que logre, sobre todo, satisfacer lo más posible las expectativas de los lectores y amigos de los libros y la literatura.

 

Compartir...
Salir de la versión móvil