¿Habrá gesto más noble que compartir lo que se tiene? Y si lo que se tiene es poco, resulta más noble aún.
En eso pensé mientras daba cobertura periodística al encuentro con trabajadores que donan pesos cubanos convertibles (CUC) para contribuir a sufragar los altos costos de los programas materno-infantil y de lucha contra el cáncer, organizados por el Secretariado Ejecutivo de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en la provincia de Cienfuegos.
Allí estuvieron un agente de protección, un mecánico de central azucarero, una trabajadora del turismo, una torcedora de tabacos para la exportación, un artista, un constructor… Ellos tienen carencias como cualquier cubano común y el salario tampoco les alcanzan para todo el mes, pero de los CUC que reciben como propina o estímulo, aportan para contribuir a que a los pacientes afectados por una enfermedad tan terrible como el cáncer cuenten con los medicamentos requeridos, muy costosos todos en el mercado internacional, y las embarazadas y recién nacidos tengan la atención requerida sin que nada imprescindible les falte.
Eso es altruismo, eso es muestra de solidaridad humana.
Ningún sitio pudo ser mejor escenario que el hospital pediátrico Paquito González Cueto. La doctora Belkis Rodríguez Jorge, jefa del servicio de Onco-hematología, hizo una detallada explicación del tratamiento a que son sometidos los niños enfermos y agradeció la contribución de los donantes, motivada y conducida por la CTC y los sindicatos.
Precisó que el país hace enormes esfuerzos financieros para garantizar los medicamentos y equipos médicos para la atención especializada y citó específicamente el alto costo de los sueros citostáticos imprescindibles para los pacientes con enfermedades oncológicas.
La dirección provincial de la CTC dio a conocer que el pasado año fueron aportados 5 mil 246 CUC para el programa de lucha contra el cáncer y 6 mil 281 para el materno-infantil.
Los trabajadores y sindicatos más destacados por el aporte recibieron certificados de reconocimiento.
