La tan esperada noticia de que finalmente Cuba saldrá de la “maldita” lista de países patrocinadores del terrorismo ha comenzado a dar la vuelta al mundo. Desde la cuenta de Twitter del Departamento de Estado de Estados Unidos se supo hoy que “el presidente envió al Congreso el informe y la certificación requeridas que indican la intención de la Administración de rescindir la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo”.
.@JohnKerry‘s statement on @StateDept recommendation to rescind #Cuba‘s designation as state sponsor of terrorism: http://t.co/5KpTxlbXFt.
— Department of State (@StateDept) April 14, 2015
Barack Obama había solicitado una evaluación sobre el tema al Departamento de Estado para fundamentar su propuesta al Congreso y, de cara a la VII Cumbre de las Américas, en la que se produjo el primer y esperado encuentro con el presidente cubano Raúl Castro, anunció que la respuesta llegaría en breve. Así ha sucedido.
Desde hace varios años Cuba protesta porla inmerecida inclusión que añade sanciones a las ya establecidas en las leyes Helms-Burton y Torricelli que sostienen el bloqueo económico, comercial y financiero contra la isla. Figurar en esa lista supone un trato prejudicial y prejuiciado a los cubanos radicados en la isla.
El Congreso dispone ahora de 45 días para responder a Obama y podría, incluso, promover un proyecto de ley para tratar de revocar el dictamen presidencial, pero será difícil decirle al Departamento de Estado que está equivocado, sobre todo, porque los funcionarios ya comprendieron que la presencia de Cuba en esa lista es uno de losmayores obstáculos para avanzar en el camino del restablecimiento de relaciones diplomáticas y la apertura de las respectivas embajadas.
«Las circunstancias han cambiado desde 1982, cuando Cuba fue designada inicialmente como Estado patrocinador del terrorismo debido a sus esfuerzos por promover la revolución armada en Latinoamérica», dijo el secretario de Estado, John Kerry.
Pero en todos estos años también se le acusó de acoger a miembros de la organización terrorista vasca ETA, argumentos que fueron rechazados por el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero en una reciente visita a La Habana, y de apoyar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cuando ya se conoce del rol jugado por la isla en las conversaciones de paz de esa nación.
De concretarse la propuesta de Obama, la isla estará un tilín más cerca de quienes han pensado en invertir en ella, los bancos estarán menos temerosos de ser sancionados y muchos cubanos que viajan a Estados Unidos podrían recibir un tratamiento de visado más flexible que el llamado J1, responsable de que la profesora universitaria cubana Elaine Díaz escribiera en su muro de Facebook: “Mi bisabuela acaba de morir. Tenía 95 años. Y yo no pude estar en Cuba. No pude estar en Cuba porque los becarios de mi país que reciben visa J1 para venir a estudiar a Estados Unidos tienen una sola entrada y salir del país antes de terminar el programa es prácticamente imposible. La única razón por la cual los cubanos reciben una sola entrada, a diferencia de la mayoría de los países, es porque mi país se encuentra en una lista de naciones que patrocinan el terrorismo (…)”.
Declaración de @JohnKerry: Recomendación de revocar designación de #Cuba como estado patrocinador del terrorismo: http://t.co/wxIV1qweRO. — USA en Español (@USAenEspanol) April 14, 2015