Apremiados por la sequía, los ganaderos de Las Tunas atienden en centros estabulados a más de 2 mil 300 reses y otros rebaños han sido trasladados a áreas marginales próximas a zonas costeras.
Según informó el ingeniero Jorge Luis Echavarría Lozada, subdelegado de Ganadería en la provincia, estas unidades están ubicadas en los municipios de Majibacoa, Manatí, Colombia, Jesús Menéndez y Puerto Padre, donde las secuelas de este fenómeno hidrometeorológico son más agudas.
El directivo las calificó como alternativa que busca paliar los efectos que provoca en los animales la escasez de alimento y agua que padece la masa como consecuencia del adverso régimen de lluvia.
Aseguró que en estos sitios hay garantías de alimentación a base de miel urea, bagacillo-miel-urea, cachaza y sales y los animales han mejorado notablemente su estado de salud.
Al mismo tiempo, otras 18 mil cabezas de ganado vacuno reciben el agua mediante pipas, porque el sector contabiliza más de 348 fuentes de abasto agotadas, de ellas 249 pozos.
Los esfuerzos de estos colectivos obreros para preservar el patrimonio incluye el funcionamiento de una cantidad superior a los mil 200 molinos de viento y apuran la instalación de otros 60 medios de este tipo que han demostrado sus ventajas ante estas emergencias.
En sentido general en este territorio del oriente cubano, las precipitaciones han sido muy escasas, encontrándose al 56 % del acumulado hasta la fecha con 63,1 mm, y los embalses han disminuido su capacidad al 29 %.
Las Tunas es la zona de Cuba donde menos llueve, con un promedio histórico anual de mil 38 milímetros.