Primero fueron los tigres de Ciego de Ávila quienes festejaron el avance a la final con la segunda lechada consecutiva a los alazanes de Granma (3-0); y entrada la madrugada, los Piratas de Isla de la Juventud protagonizaron su más memorable abordaje, al disponer 15-5 de los cocodrilos de Matanzas y clasificar por vez primera para la discusión de un título de béisbol en Cuba.
Comentar cada partido se impone, pero las primeras líneas deben ir hacia el espectáculo ofrecido por los cuatro conjuntos en estas dos semifinales, pues sin ser de los llamados Grandes de la pelota cubana lograron movilizar a toda la afición, la hicieron vestirse de nuevos colores en sus pronósticos y ahora le adelantan una final que pudiera decidirse en siete partidos.
En el caso de los avileños asistirán a su tercera disputa por la corona con el mismo mentor, Roger Machado, quien levantó el trofeo de campeón en 2012 tras el subtítulo un año antes. Para los pineros de José Luis Rodríguez Pantoja todo es ya histórico, porque superaron el bronce de 1999 y ahora solo intentan experimentar la sensación de sentirse monarcas con un equipo que jamás se sintió inferior y tuvo siempre un líder inmenso, Michel Enríquez.
Yander Guevara y el cumpleaños de Machado
Si algún regalo quería el director de los tigres avileños, Roger Machado, en el día de su cumpleaños era la cuarta victoria de su equipo en la semifinal contra Granma, para la cual confió en uno de sus ases del box, Yander Guevara, quien lanzó uno de los mejores partidos de su carrera deportiva.
El derecho toleró apenas tres indiscutibles, pero lo más impresionante fue el dominio absoluto que tuvo sobre sus envíos, al punto de no conceder bases por bola, ponchar a seis y llegar a retirar a 12 bateadores por su turno en par de ocasiones durante el partido.
Sus compañeros lo respaldaron en dos entradas claves, la primera y la quinta, con sendos batazos de Ariel Borrero y Raúl González, este último doble remolcador de par de carreras ante el abridor Juan Ramón Olivera, quien venía lanzando con inteligencia y acierto hasta ese inning. Su relevo Yudiel Rodríguez también lo hizo impecable, solo que del lado contrario era la tarde maravillosa de Yander Guevara.
Al término del pleito, Machado declaró a la televisión cubana que este triunfo significaba mucho porque por segunda vez le regalan una clasificación a la final en su onomástico. “Sabemos que no será fácil lo que nos queda, pero los muchachos están conscientes de que al pueblo solo le podemos regalar la victoria final”.
Para Granma el cuarto lugar no alcanza a mejorar el bronce de 1989, sin embargo, el trabajo hecho por Carlos Martí al frente de ese conjunto demuestra la importancia de la disciplina y el respeto para lograr, con los mismos hombres, un reconocimiento superior por parte de los seguidores del béisbol en todo el país. La defensa y el pitcheo eran asignaturas muy difíciles de aprobar ante unos tigres avileños que se quitaron bien rápido y de manera aplastante la primera derrota sufrida en Bayamo.
Piratas ahogaron a los cocodrilos en el pantano
Aunque la capacidad del estadio Victoria de Girón (25 mil personas) volvió a quedar pequeña para apoyar a Matanzas en el sexto juego frente a los Piratas de la Isla de la Juventud, otra vez la propia afición se marchó a casa cabizbaja con la derrota de sus cocodrilos, que terminan así con bronce en esta temporada, cuarto podio de forma consecutiva, pero inferior a las dos platas de la 52 y 53 edición.
Jonder Martínez y Yoalkis Cruz reeditaron por locales y visitantes, respectivamente, un duelo que otra vez resultó muy parejo, pero que no llevó a sus récords personales ninguna victoria, pues la definición llegó en extrainning, cuando lanzaban Félix Fuentes por los rojos y Héctor Mendoza por los pineros.
Los primeros en abrir el marcador fueron precisamente los Piratas con dos carreras en el mismo capítulo inicial, pero la riposta llegaría en el segundo y la ventaja en el tercero, cuando además del bateo yumurino se combinó un costoso error en tiro a home del inicialista Luis Felipe Rivera.
Por cuarta ocasión en estos play off, los pineros vinieron de abajo en la pizarra y descontaron una en el octavo por hit de Rivera; en tanto en el noveno marcaron dos más para poner contra la pared a los cocodrilos de Víctor Mesa, que reaccionaron a los pocos minutos con un sensacional empate a cinco carreras.
En lo adelante todo parecía caer en el destino de los relevistas o salvadores y Mendoza se comportó mejor que los nueve utilizados por los yumurinos, a quienes le fabricaron un racimo de diez carreras en la oncena entrada, en la cual costó mucho un error de Luis Yander la O en batazo de Rodny Proenza que parecía ideal para el doble play.
A Matanzas le volvió a faltar ese líder de grupo, esa victoria en los juegos cerrados, esa garra para superarse a sí misma y ese relevo efectivo a la hora que no se puede fallar. A la Isla de la Juventud le sobraron ganas, salvadores de leyenda (Danny Aguliera y Mendoza) y sobre todo, muchos deseos de jugar sin subestimar al contrario ni a las posibilidades reales de ellos mismos.
La final histórica entre tigres avileños y Piratas de Isla de Juventud comenzará viernes por casa de los primeros, dado que terminaron con más victorias en la etapa clasificatoria. No se puede ocultar, Ciego de Ávila huele a campeón, aunque no podrán confiase en extremo, pues los pìneros ya eliminaron a Industriales y ahora acaban de hacerlo con los aguerridos matanceros.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.