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Final LSB: La Habana marca primero

Jasiel Rivero, al centro, una de las principales figuras de Capitalinos. Foto: Gabriela ´López Dueñas.
Jasiel Rivero, al centro, una de las principales figuras de Capitalinos. Foto: Gabriela López Dueñas.

La presencia del jugador matancero Allens Jemmott en las filas habaneras solo podría recibir palabras de elogio, máxime cuando este hombre resultó esencial en la primera victoria (60-47) de los Capitalinos sobre Ciego de Ávila en la gran final de la Liga Superior de Baloncesto (LSB) 2015.

En el partido celebrado este viernes ambos equipos se enfrascaron en una batalla física volcada esencialmente a la defensa, empeño evidenciado en el marcador del primer cuarto del choque, el cual marcó pálido 13-9 favorable a los avileños.

Los dos mejores equipos de Cuba concentraron la atención en cerrar el acceso a los tableros y defender la zona pintada, ante lo cual los habaneros comenzaron a bombardear desde la media y larga distancia, aprovechando las habilidades de Jemmott y Lisván Vladés, quienes sumaron los siete encestes que consiguió Capitalinos desde fuera del área.

Si bien los visitantes avileños sacaron la mejor parte del primer parcial, en el segundo fueron masacrados por sus oponentes con score de 22-6, lo cual supuso un punto de quiebre en el choque.

A partir de entonces, si bien los Búfalos nunca bajaron los brazo y pelearon cada rebote con la intensidad que los caracteriza, se vio sobre la cancha a un Capitalinos superior: con más recursos para burlar la defensa rival, con más variantes para defender y —esto es esencial— con hombres mucho más frescos.

Ciego por momentos pudo recortar las diferencias, pero les fue imposible mantener el paso de juego que imponían sus rivales.

Entre los vencedores las máximas responsabilidades ofensivas recayeron sobre Valdés y Jemmott, con 19 y 18 unidades, respectivamente. Mientras, por los avileños William Granda aportaba 15 puntos.

Interesante fue el marcaje impuesto a Yoan Luis Haití por los jugadores de Capitalinos, quienes nunca lo dejaro-n solo cerca del tablero. Resultado de tal estrategia: el temible basquetbolista avileño apenas marcó tres puntos, alto totalmente inusual para quien se ha convertido en un verdadero azote de las finales en la LSB.

Tras este primer duelo el director técnico de los habaneros, Rainel Panfet, aseguró que todos los partidos de esta final serán muy fuertes y tuvo palabras de elogio para sus oponentes, a quienes consideró como un equipo de gran calidad, “al cual no es posible vencer por amplias diferencias”. En cuanto al play off en general Panfet explicó que “nuestro objetivo es ganar el campeonato, pero sabemos que se tendremos una tarea muy difícil para conseguirlo”.

En otros aspectos, Ciego de Ávila mostró un bajísimo nivel de anotaciones al promediar apenas 26% de efectividad desde la corta distancia y convertir solo el 14 % de los triples lanzados. Además, desperdiciaron ocho de los 19 cobros de tiros libres, para un magro 58%.

Bajo las tablas la pelea fue encarnizada, pues los vencedores se apoderaron de 39 pelotas, por 30 los avileños. Sin embargo, los jugadores de Capitalinos consiguieron bloquear 14 balones, con destacada participación de Jasiel Rivero (6) y Orestes Torres (4).

La Capital también manda entre las damas

Sin otros reportes que amplíen la información, fue posible saber que las jugadores de Capitalinas, quienes también discuten la corona en esta LSB 2015, comenzaron con el pie derecho en la gran final contra Pinar del Río, al vencer por marcador de 86-71.

Para ser claros, las habaneras no llegaban a tierras vueltabajeras con etiquetas de favoritas, pero han conseguido una muy importante primera victoria ante el equipo que ha sido el gran dominador del baloncesto femenino en la isla durante los últimos tres años.

Este play off entre las mujeres está mucho más nivelado que el de los hombres y, aunque las pinareñas aún son monarcas y se llevan la mayor parte de las apuestas, todo parece indicar que las habaneras no dejarán nada fácil para las pativerdes, quienes tendrán que defender su corona con uñas y dientes.

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