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¡Duele!, y el bálsamo no llega

 “El masaje es un pilar fundamental en el tratamiento rehabilitador y casi todas las afecciones llevan masoterapia”, enfatiza la doctora Alexa Labarta García. Foto: Del autor
“El masaje es un pilar fundamental en el tratamiento rehabilitador y casi todas las afecciones llevan masoterapia”, enfatiza la doctora Alexa Labarta García. Fotos: Del autor

“Falta la materia prima, pero el barco está al llegar”. La noticia no es bálsamo que calme los dolores de cientos de aquejados de padecimientos que requieren masajes y acuden diariamente buscando alivio a muchas de las salas de rehabilitación en la provincia de Las Tunas.

Kisney Puebla Vázquez, jefa de sección de servicios farmacéuticos en la Dirección Provincial de Salud, asegura que el bálsamo analgésico lo manufacturan, entre otros, centros de producción local dislocados en los municipios de Las Tunas, Jesús Menéndez, Jobabo y Colombia, y en varias instituciones asistenciales que tienen dispensarios, “a todos se les ha estado asignando, pero en baja cobertura respecto al plan demandado.”

El sistema está bien organizado, sin embargo,   los proveedores no satisfacen la demanda ni en las cantidades, ni en los plazos establecidos en los contratos, fundamentalmente del petrolato sólido, uno de los compuestos esenciales del preparado, lo que constituye la causa principal del desabastecimiento, según explican los comercializadores.

En un Centro de Producción Local

Allán muestra los envases enviados desde las áreas de rehabilitación en busca del bálsamo

Allán Ayala Comendador es el administrador del Centro de Producción Local en la ciudad de Las Tunas, lugar donde se elaboran, entre otros renglones, el bálsamo analgésico con destino a las áreas de rehabilitación del municipio sede y de Manatí y Majibacoa, “aquí producimos alrededor de 20 kilogramos mensualmente”, dice y aclara: “Cuando hay materias primas”.

“Ese medicamento  es una formulación que incluye, además del petrolato sólido, el mentol, salicilato de metílico y la parafina, todos de importación, pero el que falta con mayor frecuencia es el primero. Desde diciembre no lo recibimos”, reconoce Allán.

Es de significar que ese compuesto es base, también, para la preparación de otras cremas: llantén y caña santa, así como en la solución de pino macho, por solo citar esos ejemplos.

Desde EMCOMED

Ana María Parra Bermúdez, especialista de la Empresa Comercializadora de Medicamentos (EMCOMED) en Las Tunas, entidad proveedora de los insumos, reitera que todos los  utilizados en ese lidimento son importados, lo que supone un proceso de contratación con  suministradores extranjeros, y todo parece indicar que sus cronogramas se incumplen.

“Nosotros   recibimos el petrolato sólido a través de Laboratorio  ACRILETS, de La Habana”, refiere y aclara que desde su adquisición en mercados foráneos hasta su arribo a las unidades de elaboración del medicamento transcurre un complejo proceso que incluye, entre otros pasos, la recepción en puerto y el control de su calidad mediante análisis físico-químico y microbiológico que validan su empleo.

Sin embargo, ante la vista, los músculos y los huesos del necesitado nada justifica los déficits que tanta incomodidad y malos ratos ocasionan. Hay que actuar con previsión y agilidad para evitar esos baches.

“Este año la primera entrega nos la hicieron el 6 de febrero y solo  fue de 308 kilogramos, de un plan mensual que asciende a 403”, remarca Ana María.

Y el incumplimiento es reiterado, pues de acuerdo con la misma fuente en el 2014 solamente entraron mil 631 kilogramos, el 27 % del total demandado que fue de 6 mil 34.

Para el presente calendario, el encargo presentado por Salud asciende a 4 mil 837 kilogramos, una cantidad que en mi parecer es deficitaria a juzgar por el natural incremento de estos servicios para una población signada por el envejecimiento.

Hay que tener en cuenta, además, que  EMCOMED también abastece  a farmacias con dispensarios y a centros de producción vinculados con Educación, y que el petrolato sólido es un producto de alta demanda, porque es base de otros fármacos que gozan de mucha preferencia en la población.

Mientras, el dolor aumenta

“Desde finales de diciembre carecemos del bálsamo analgésico. Cuando se nos estaba agotando hicimos el pedido, pero transcurrieron los meses de enero, febrero y estos primeros días de marzo sin que llegara”, comenta la licenciada Yoandra Rojas Cruz, jefa técnica en funciones del área de rehabilitación del policlínico Gustavo Aldereguía, del populoso reparto de Buena Vista.

La afirmación la confirman la doctora Yanara Suárez Hernández, directora del centro; y, la licenciada en Farmacia Flor María García, responsable de medicamentos en esa misma instalación.

El bálsamo analgésico es el producto casi imprescindible para los masajes, una práctica de la Medicina Natural y Tradicional que complementa el tratamiento y acorta el período de recuperación de diversos padecimientos óseos y musculares.

El licenciado Juan Carlos Silva Mayedo, jefe de servicios de rehabilitación en ese centro asistencial, expresa que lo requiere cerca del 85% de las personas que visitan esta área y si tienen indicado, por otra parte, acupuntura, calor, ultrasonido y ejercicios, los masajes, por su función relajante,  preparan el área afectada y es mayor la eficacia del ciclo, además de evitar desgarramientos y daños musculares.

Es cierto que el bálsamo analgésico no es imprescindible, porque pueden usarse diferentes sustancias lubricantes grasos (aceite mineral, vaselina y similares); no obstante, los cubanos están casados con él y las razones no les faltan, pues sus funciones antinflamatorias, analgésicas y relajantes le dan esa prominencia.

El fisioterapeuta Roberto aboga por la solución del reiterado problema

Roberto Rodríguez, licenciado en tecnologías de la Salud  y también especialista en terapia física y rehabilitación con 15 años de experiencias en esos menesteres enfatiza: “Este bálsamo acelera el proceso de recuperación porque sus principios activos le proporcionan propiedades que calman el dolor y aceleran la curación de los pacientes, que son mayoritariamente personas de la tercera edad.”

Aunque también hay niños que lo requieren, por eso su carencia es un asunto de mucha sensibilidad. “No entiendo cómo   una institución de salud puede carecer de ese recurso. Es posible que falte una semana, pero no tanto tiempo”, argumenta Roberto, y destaca que desde el 2009 a la fecha se reiteran estos problemas y aumentan los períodos con déficits.

La impaciencia de los pacientes

Frente a la persistente carencia los enfermos utilizan cualquier alternativa.

“Estamos atendiendo alrededor de 65 pacientes diariamente con esa indicación; y es posible hacerla porque ellos traen el bálsamo de la casa.”, remarca Yoandra.

Con esos detalles voy al encuentro con necesitados del tratamiento:

¿Dónde compraste el bálsamo?, inquiero, y Valentín, con un gesto de duda responde: “No, qué va. Yo me estoy untando una cosa ahí que ni sé lo qué es. Mi chequera no me alcanza para pagarlo en divisa.”

Acto seguido los congregados frente a la sala de masaje del policlínico de marras sacaron sus “inventos” y comenzaron a compararlos. “Es gel de pelo”, fue la conclusión asumida por el grupo, entonces Valentín espetó, “si mi nieto me descubre me mata”, y todos sonrieron, pese a los inconvenientes del ungüento en falta.

Gladis, víctima de un infarto cerebral, con secuelas hemipléjicas, hace nueve meses asiste a la rehabilitación: “He mejorado bastante. Ya comencé a caminar. En este tiempo el ´mentol´ ha faltado dos veces. Este lo compré en la calle y voy resolviendo.”

Otra experiencia similar, aunque más agresiva, tiene Yudisleydis, “lo compré en la calle a una persona que lo pasó vendiendo, pero lo menos que tiene es ´mentol´”, lamenta.

Sin etiqueta no

Las manos de los técnicos están expuestas a riesgos

Al menos, en el área de rehabilitación del susodicho policlínico la decisión es exigir la presentación certificada del medicamento que traen los pacientes, “se han dado casos de alergias en los técnicos sin que hayamos podido identificar el origen, aunque lo sabemos asociado a esos productos conseguidos en la calle”, asegura Juan Carlos.

Y es que de las limitaciones  los pícaros e inescrupulosos hacen su agosto, incluso  con ofertas de muy dudosa factura y quienes lo adquieren por esas vías corren serios riesgos de contraer enfermedades dermatológicas, advierten directivos, fisiatras, técnicos y fisioterapeutas.

 

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