Más allá de la promoción de las diferentes manifestaciones artísticas y los talentos locales, el trabajo de las casas de Cultura debe estar encaminado al desarrollo del arte comunitario, mediante la activa participación de sus habitantes en las distintas manifestaciones artístico-literarias.
En la provincia de Holguín se trabaja por abrir las puertas de estas instituciones, es decir, llevar las actividades a los barrios, de modo que contribuyan al mejoramiento espiritual de la colectividad. “El objetivo fundamental es perfilar con mayor nitidez el alcance de la función social de la cultura no solo por su encargo, sino por su interacción con diferentes grupos de poblaciones”, señaló al respecto Odalys del Monte Suárez, directora del sistema de casas de Cultura en el territorio.
A pesar de los avances, reconoció que no siempre se logra este propósito, debido a dificultades objetivas y subjetivas, entre las cuales sobresalen el mal estado de algunas entidades, limitaciones materiales y problemas organizativos o de proyección del trabajo.
“La formación —subrayó— de aficionados al arte y la cultura, de gustos estéticos en concordancia con los intereses individuales, posibilita la interacción con públicos de diversas características sociales, a los que se insta a participar en los espectáculos artísticos, lo cual implica una labor cada vez más intencionada e inteligente ante el auge de la globalización y la introducción de manifestaciones foráneas”.
En tal sentido sobresale lo que se viene haciendo en la Casa de Cultura Manuel Dositeo Aguilera, de la ciudad de Holguín, que ha logrado convertirse en importante centro de la capital provincial y extiende sus actividades a barrios y repartos.
“A través de los instructores y los promotores culturales nos vinculamos con representantes de la sociedad en general y llevamos el arte de nuestros aficionados a barrios, escuelas y centros de trabajo, además de otros programas como los festejos de las noches holguineras”, dijo la programadora Emileyde Reyes Peña.
La variada programación comprende exposiciones de artes plásticas en la galería Marcos Pavón, actuaciones de solistas y grupos musicales en el patio colonial, talleres de bailes españoles, latinos y cubanos, técnicas de teatro y pintura, entre otros.
Mas no todas las instituciones culturales de este tipo en la provincia han podido proyectarse con igual intensidad y algunas, como la Félix Varona, de Velasco, corre el peligro de cerrarse por el mal estado constructivo en que se encuentra. La singular edificación, declarada Monumento Nacional por sus valores arquitectónicos, está urgida de una reparación general.
“Nosotros trabajamos aquí como podemos, pero cuando llueve se torna muy difícil pues lo mismo se moja el teatro que el camerino, el tabloncillo de danza o las oficinas”, señaló al respecto Edilmaris Rondón Lago, directora de la Casa.
Aunque desde el año pasado se asignó un presupuesto de más de 100 mil pesos en ambas monedas, los trabajos no han comenzado a ejecutarse, debido fundamentalmente a la falta de fuerzas y medios especializados en la localidad. La situación demanda actuar con urgencia.
Resulta necesario reparar también las casas de Buenaventura, San Andrés y Antonio Maceo, así como acabar la de Holguín que está a medias, para poner en óptimo estado las 29 instituciones de este tipo existentes en el territorio.
De esta forma la provincia de Holguín quedará en condiciones de continuar consolidando el trabajo de este sistema, que ha recibido numerosos reconocimientos, entre los cuales sobresale el Gran Premio Escaramujo por la labor artística y pedagógica de los instructores de arte.
