Como parte del proceso de actualización del modelo económico cubano, fueron aprobadas las políticas para el empleo y los salarios, con actividades dirigidas a la reducción de plantillas infladas, y que las existentes respondan a las necesidades constructivas y productivas que verdaderamente se demandan.
Si se analiza que desde el inicio del proceso de reordenamiento laboral, en el 2010 y hasta la fecha, más de 315 000 trabajadores, cerca del 50 por ciento, de la cifra total, que quedó disponible, fueron reubicados y trabajan dentro del sector estatal. Se llega a la conclusión de que se requiere aprovechar todas las posibilidades existentes para la incorporación de nuevas formas de empleo, sobre todo en la empresa estatal socialista.
Así se demostró en el balance anual de la Central de Trabajadores de Cuba en Guantánamo, el que contó con la presencia de Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la CTC en el país, quien insistió en el papel que corresponde asumir al movimiento sindical en la temática del empleo, por constituir este tópico esencia fundamental de su existencia.
En la cita guantanamera se pusieron ejemplos de las principales problemáticas en cuanto a la cobertura de empleo de la provincia, y la búsqueda de soluciones, como sucede en Punta de Maisí y Caimanera, lugares donde se incentiva la incorporación de su población a nuevos empleos, en el sector agropecuario, las industrias alimentaria y de producciones varias, así como a la producción de materiales locales de construcción.
El balance también llamó la atención sobre la necesidad de contar en la base con dirigentes sindicales preparados para la actual coyuntura política, quienes puedan llegar a sus afiliados, y hacerles comprender que el crecimiento de la economía del país depende del incremento de sus producciones, la que se logra con los resultados de las bases productivas, a partir del aprovechamiento de las reservas de eficiencia existentes en cada colectivo laboral.