En aquellas cuestiones que hoy limitan una mayor intervención de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir) en los problemas de la economía y en el empeño por el máximo aprovechamiento de las reservas de eficiencia entre sus afiliados, estuvieron centrados los debates del balance anual realizado por el III Pleno del Comité Nacional de esa organización.
Las valoraciones de los participantes en la reunión subrayaron que las insuficiencias de naturaleza subjetiva son las que más dificultan las soluciones que aportan quienes realizan ciencia e innovación tecnológica desde las filas aniristas, de ahí la necesidad de asegurar el funcionamiento de sus instancias de dirección en estrecha relación con los sindicatos en sus respectivos sectores y ramas.
Un ejemplo concreto lo expuso Martha Jiménez Torres, representante de la Anir en la delegación del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (Citma) en la provincia de Villa Clara, al señalar que en algunos territorios del país —incluyendo su radio de acción—“hay administraciones que incumplen la Ley 38, que respalda la labor de los innovadores y racionalizadores, y cuando se viola lo establecido ese trabajador se desmotiva y estamos para ayudar a que eso no suceda”.
Sostuvo el criterio de que las direcciones administrativas están para hacer cumplir y hagan lo que corresponde a fin de alcanzar beneficios que redunden en el ahorro, la sustitución de importaciones y el valor agregado de las exportaciones. “Tienen que trabajar en la planificación de los recursos financieros, materiales y humanos como parte del apoyo que necesita la actividad innovadora”, apuntó.
Según Iris Maité Lorenzo, máxima dirigente de la Anir en Las Tunas, no hemos logrado que desde los sindicatos provinciales haya una sólida integración con nuestra Asociación. “Nos toca entonces ir hacia los burós y secretariados de esas organizaciones, con el fin de propiciarles el conocimiento y elementos técnicos y jurídicos sobre cómo funcionamos para poder enfrentar los problemas”.
Sobre el tema, Alfredo Machado López, presidente de la Asociación en el país, enfatizó que es importante que cada sindicato comprenda que en primera instancia los innovadores y racionalizadores son sus afiliados, por tanto esa unión conjunta es indisoluble”.
Ulises Guilarte De Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, precisó que la Anir es una organización en la que resulta clave el valor de la demostración a través de sus aportes lo cual le otorga autoridad.
Instó seguidamente a rescatar algunos conceptos, entre ellos las asambleas de afiliados como espacio de análisis y discusión, la participación en los consejos de dirección administrativos, los convenios colectivos de trabajo.
“La Anir —resaltó— tiene que sentirse parte de una estrategia y una política del país dirigida a la innovación” e instó a fortalecer la integración con el Citma, las Brigadas Técnicas Juveniles y el Movimiento del Fórum de Ciencia y Técnica.
Varios delegados aludieron a cómo la tenacidad de los aniristas ha hecho posible importantes soluciones, entre la lograda en los Laboratorios Medilpip, en la provincia de Granma, donde la reformulación de dos medicamentos permitió incrementar el tiempo de vigencia del producto hasta dos años y mejorar los requisitos de calidad para la exportación, según relató Jorge Gamboa, dirigente de la Anir en ese colectivo.
También trascendió la intervención de la delegada Amparo Chongo, quien explicó el apoyo brindado por la dirección del hospital Gustavo Aldereguía, en la ciudad de Cienfuegos, para recuperar equipos como tachos de cocina y calderas.