La ciudad siria de Bosra, en el campo de Deraa, con edificaciones de alto valor arqueológico, ha sufrido continuos ataques con misiles y bombas de gas conocidas como el cañón del infierno como parte de los enfrentamientos que tiene lugar en la región.
Entrevistado por la Agencia Árabe Siria de Noticias (Sana), el presidente de la Dirección de la Arqueología de esa localidad, Alaa al-Salah, denunció que al menos 20 sitios arqueológicos han sido afectados por las operaciones militares y también por el saqueo, el sabotaje y las excavaciones ilícitas. Entre ellos figuran Deir Shames, la mezquita de Mabrak al-Naqa, el monasterio de Arraheb Bouhaira, el teatro musical, la entrada oeste de la ciudad conocida como Bab al-Hawa, y la mezquita fatimí.
Los misiles lanzados contra la ciudadela de Bosra y su teatro romano causaron el colapso de partes de la zanja y daños en el recinto del castillo, añadió. A estos perjuicios habría que sumar que unas mil 150 familias, de las mil 200 que conformaban la comunidad, se vieron obligadas a abandonar sus hogares debido a las acciones militares.
La ciudad de Bosra, a 40 km de la ciudad de Deraa, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1980, y se destaca por su magnífico teatro romano del siglo II, vestigios arqueológicos paleocristianos y varias mezquitas.