Kabir Bedi, el actor indio que encarnó a Sandokan en la película El Tigre de la Malasia, confesó a Trabajadores que el tabaco cubano es inigualable, con un aroma y sabor inconfundible y que puede decirlo por su añejo hábito de fumar habanos.
Sandokan, como el mismo se nombra, vino a La Habana invitado al XVII Festival del Habano y acompañado por su esposa, y al cuarto día de estancia ya había recorrido gran parte del casco histórico, sus restaurantes, cafeterías, hoteles, aunque está sediento de conocer más y de ampliar el contacto con los cubanos.
Precisó que Cuba y la India tienen muchas cosas en común, por eso se siente feliz de estar en esta isla, que no es pequeña en comparación con cuanto ha hecho por la humanidad. Y enseguida acotó: recuerda que Sandokan era un luchador contra el imperialismo, además de ser muy romántico.
Bedi se presentó a la Cena de Gala del festival, efectuada en los salones de Pabexpo, con una cordialidad admirable que ya habíamos disfrutado durante las conferencias del seminario internacional.
El actor, que interpretó el personaje cuando tenía 30 años y ahora anda por los 69 (nació en Bombay, el 16 de enero de 1946), continúa haciendo películas, las más recientes en Hollywood y Canadá, y no piensa parar, porque es algo que disfruta mucho.
A su edad conserva la esbeltez, la hidalguía, y la expresividad de aquellos ojos verdes que allá por la década del 70 cautivaron al público femenino de muchos países del mundo.
Protagonista de varias película rodadas en los cines cubanos, entre las más famosas El Tigre de la Malasia, El regreso de Sandokan y El Corsario Negro, Bedi acumula 60 filmes en su currículo profesional, más de 15 series y otros audiovisuales, y ha recibido varios importantes premios, aunque él no se considera un actor internacional.