Todo paisaje sede hoy ante la combinación de las vegas y las casas de curación. En los tiempos del Festival del Habano, Pinar del Río es tabaco verde, tabaco al sol, tabaco tapado, tabaco en flor. De extremo a extremo de la provincia, el contraste lo ponen los techos de guano o de zinc con diferentes colores que resplandecen. La armonía paisajística deleita, calma, refresca, encanta.
Cada año más de mil personalidades de todo el mundo (en esta ocasión se han reunido unos mil 650) viajan a Cuba atraídos por una pasión: el tabaco. Casi la totalidad son selectos fumadores, y entre ellos hay productores, comerciantes, publicistas, periodistas, coleccionistas, artistas y muchos más.
Esa amalgama “invadió” las vegas pinareñas y fábricas de torcido a mano radicadas en La Habana. Es como una obsesión por saber más sobre la espléndida hoja: su cultivo, conservación, cualidades y modo de fabricación de los puros.
En la finca Rosario, de San Juan y Martínez —la meca del tabaco— decenas de curiosos develaron los secretos de Máximo Pérez Macedo, un hombre “nacido bajo una mata de tabaco” como él mismo se denomina y heredero de la cultura y tradición familiar, que lleva 30 años experimentando en su propia vega.
Y embelesa escuchar a un guajiro así, que sabe de lo antiguo y de lo actual, y tiene un pensamiento abierto para las novedades. Con la introducción de la ciencia y la técnica ha podido casi duplicar los rendimientos agrícolas y obtener hojas de calidad para hacer los tabacos y para vestirlos.
Es como un descubrimiento. Ya los vegueros no son hombres aferrados a la lucha y al sol para hacer sus plantaciones; ahora se guían por el Instituto de Meteorología, por los estudios de los institutos de investigación, por los pronósticos de enfermedades.
La doble hilera, los abonos orgánicos, los semilleros tecnificados y las variedades de alto potencial productivo y resistencia a las enfermedades fungosas son ciencia aplicada en esta finca, una referencia para otros productores que necesitan ver para creer y aplicar esas bondades.
El Festival del Habano ha tenido un lujoso y variado programa. Su cierre será esta noche, con la subasta de humidores y la denominación de hombres habanos en producción, negocios y comunicación. Una gala para deleitar y dejar atrapada.