La construcción de reservorios en asentamientos poblacionales, cuyas fuentes tradicionales de abasto de agua presentan agotamientos de sus caudales, constituye prioridad en el programa que ejecutan los trabajadores de Recursos Hidráulicos para mitigar los efectos de la sequía en la provincia de Las Tunas.
Los directivos de esta entidad, proveedora del importante servicio, han anunciado, además, que se ajustarán al cronograma de eliminación de salideros en conductoras principales y redes de distribución, con énfasis en aquellos de mayor envergadura.
El monitoreo del uso del agua en los centros e instituciones considerados como grandes consumidores es otra de las medidas adoptadas con vistas a procurar un uso más racional.
También integran al plan, con la participación de autoridades y especialistas de Salud, la vigilancia epidemiológica de las fuentes alternativas de abasto y el incremento de las medidas higiénico-sanitarias relacionadas con el empleo saludable del líquido vital.
En este territorio del oriente cubano desde el 2007, cuando la tormenta tropical Noel redondeó un acumulado de precipitaciones del 147 % de la media histórica anual, el comportamiento de las precipitaciones ha estado entre el 90 y 100 por ciento.
Hoy, los 23 embalses administrados por la delegación del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos aquí solo almacenan 123 millones 158 mil metros cúbicos de agua, el 35 % de su capacidad de llenado, la cual supera los 350 millones.
De los siete embalses de abasto a la población, solamente Rincón y Copo del Chato superan el 50 % de su capacidad, los restantes no sobrepasan el 30.
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