Cargando...Los innovadores de la provincia de Camagüey gracias a sus inventivas del pasado año provocaron un impacto económico en el territorio que fue más allá de los 9 millones 260 mil pesos, aunque, como demostró la realidad, la cifra real excedió los 11 millones.
Y es que la incongruencia entre los datos ofrecidos por los profesionales que atienden la organización y controlan las innovaciones y los que reúne la Oficina Provincial de Estadísticas disminuyó en números el trabajo diario de los inventores agramontinos, situación que trascendió en el balance anual de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir) en la provincia.
“En todos los lugares se hacen innovaciones y se aporta, pero no podemos dejar que la rutina afecte la correcta recepción de los inventos y, por tanto, no se reconozcan. Además, hay que ganar, como Anir, el espacio y el respeto ante las administraciones”, resaltó Carlos Cano, trabajador de la Empresa Confitera.
El desenvolvimiento de la organización, la correcta elaboración de los planes temáticos, el control de las innovaciones, la cohesión sindicato y Anir, así como la necesidad de alcanzar un verdadero funcionamiento orgánico para lograr resultados superiores fueron otros de los aspectos más debatidos.
Y es que aunque haya pasado poco tiempo de la I Conferencia Nacional de la organización y se haya mejorado mucho en el funcionamiento, aún hay que hablar de la redacción de los planes temáticos, de si las asambleas son lo profunda que hace falta, si crecen los miembros en aquellos lugares que son necesarios o de si la estimulación del innovador va más allá del pago de lo que hace.
Además de Arcadio Cuadrado Abreu, presidente de la Anir en el territorio, estuvieron presentes en el balance Tahirí Lizano de Armas y Tania Albiza Boló, miembros del buró nacional de la organización.
