Por: Alejandro Escobar
La historia de la humanidad es la historia de la lucha contra la soledad. En esa eterna porfía Cuba y su Revolución constituyen una guía para los que sueñan con ese otro mundo mejor. Para los hombres y mujeres que han estado junto al empeño del pueblo cubano es que surgió la Medalla de la Amistad, que otorga el Consejo de Estado. Precisamente, a estos compañeros –y nunca fue más precisa la palabra– pertenecen Stella Calloni y Luis Britto García.
En la fortaleza de la Cabaña, dicha distinción les fue entregada en la noche de ayer a estos dos escritores en un acto en el que estuvieron presentes Abel Prieto, asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Raúl Castro Ruz; Julián González Toledo, ministro de Cultura; Zuleica Romay, presidenta del Instituto Cubano del Libro; Elio Gámez Neyra, vicepresidente primero del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (Icap) y Fernando González Llort, Héroe de la República de Cuba y vicepresidente del Icap; así como representantes del cuerpo diplomático de Venezuela y Argentina e invitados nacionales y extranjeros.
En las palabras de elogio, Zuleica Romay reconoció la destacada labor intelectual de Calloni y Britto, ambos comprometidos con esa lucha que desde fuera del país se encarga de «suplir ausencias y silencios, agitar los muros, amplificar la palabra del combatiente que resiste, y extender el campo de batalla hasta que la correlación de fuerzas comienza a favorecer a los que presuntamente eran más débiles».
A Stella no solo se le reconoce por su labor como narradora, poeta e investigadora, y por ser fundadora de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad, sino también por su activa presencia en las actividades de solidaridad con nuestro país y su importante papel en la liberación de los Cinco y la lucha contra el bloqueo a nuestro país.
«Nosotros somos los agradecidos a Cuba, por todo lo que hizo en medio de su maravillosa resistencia contra un poder hegemónico que quiso hundir esta Revolución. Cuba nos ha enseñado lo que es la amistad, la solidaridad, sus frutos están sembrados en todos los pueblos de América», dijo. También agradeció al país por abrir los ojos y las mentes de muchas personas, en especial «con esa gran Batalla de Ideas que pensó el Comandante en Jefe y que era la prevención de lo que iba a venir […] En este momento debemos redoblar nuestra solidaridad con Cuba, porque comienza otro momento histórico muy difícil», concluyó.
«Creo en la amistad como el invento más maravilloso del hombre, dice el poeta venezolano Aquiles Nazoa», nos recordó Luis Britto. El también fundador y activista de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad instó a «colectivizar las virtudes privadas, y quizá también interiorizar las virtudes públicas, hasta que no sean más que una misma cosa».
«Sabemos que Cuba ha tenido tropiezos, problemas, cosas insolubles, pero es un faro que en medio de las tormentas ha seguido destellando y queremos encender faros de esa índole, no en nuestros países, sino en la mente de cada uno de nuestros compatriotas de nuestros países; que tengan acceso a la inteligencia, a la comunicación de ella, al amor, a la amistad».
«Creo en Pablo Picasso, creo en Carlos Marx», dijo Britto volviendo a citar a Nazoa, «–y esto es aplicable a Cuba– y en fin, creo en mí mismo puesto que sé que hay alguien que me ama».
