Las aspiraciones de incrementar con efectividad el control de los recursos y la disciplina, además del combate a la corrupción y los delitos económicos en las empresas pasan necesariamente por el fortalecimiento del papel de los auditores internos.
Tal fue la reflexión realizada por de Gladys María Bejerano Portela, Contralora General de la República al intervenir en el balance del año de trabajo 2014 de la Contraloría de la provincia de Santiago de Cuba.
En el encuentro, en el que también participaron las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en este suroriental territorio se puso énfasis en este asunto, vital para materializar los avances productivos y de servicios que hagan próspero y sustentable el proyecto social cubano.
“Hay que lograr que los jefes sientan la necesidad y la utilidad del auditor interno, dijo la vicepresidenta del Consejo de Estado, que aprecien que su accionar tiene un carácter preventivo sobre la base del monitoreo constante y la supervisión para alertar oportunamente acerca de los problemas que tiene el control interno.
“Pero sucede que todavía muchos aprecian que esta acción viene de fuera, acotó Bejerano Portela, o que es de ocasión, de cuando se hace la comprobación nacional, pero no, el control interno es de todos los días, es permanente”.
En torno al tema aportaron criterios y experiencias los presentes en el balance, en su mayoría auditores de larga y reconocida trayectoria, jefes de grupos de auditoría, supervisores integrales, y otros especialistas vinculados a la actividad de la contraloría, institución que el pasado año celebró cinco años de constituida.