Análisis sindical destaca insuficiencias en zafra azucarera de Cienfuegos

Análisis sindical destaca insuficiencias en zafra azucarera de Cienfuegos

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Las áreas cultivables y que están infectadas de marabú siguen siendo un problema muy serio en la agricultura cañera cubana. / Foto: Modesto Gutiérrez (AIN).

Los números, como afirman los amantes de la estadística descriptiva, aportan múltiples referencias e interpretaciones, pero los análisis dependerán siempre del color del cristal con que se miren. Si la pretensión es edulcorar, pueden ser válidos solo para vítores y elogios. Sin embargo, cuando de razonar con objetividad se trate, entonces serán referentes exactos para ahondar, determinar tendencias y conocer cuánto falta por hacer y lograr.

Citaré un ejemplo: En un reciente análisis sindical de la marcha de la zafra azucarera en la provincia de Cienfuegos, los que estuvieron presentes pudieron quizás regodearse en el positivismo que permiten los referentes numéricos y todo hubiese quedado en aplausos, reconocimientos y mucho barniz. Pero no fue así; se “sumergieron en aguas profundas” y sacaron a la superficie múltiples insuficiencias.

Vayamos por partes para que pueda comprenderse bien. 

En el territorio cienfueguero muelen en estos momentos cuatro centrales. De acuerdo con las valoraciones del grupo empresarial AzCuba, el central 14 de Julio ocupa el primer lugar a nivel de país por sus resultados integrales, Ciudad Caracas el séptimo, Antonio Sánchez el décimotercero y 5 de Septiembre el trigésimo. De manera general, la provincia está en el segundo puesto, gracias a una producción que supera en 8 600 toneladas (t) el plan y en un 8 por ciento el rendimiento industrial (indicador de lujo) previsto, entre otros medidores. El ingenio líder, el 14 de Julio, aprovecha su capacidad potencial al 100 por ciento y sobrepasa en más de 6 000 t el programa de fabricación.

En términos beisboleros, ese comportamiento es como para “recoger los bates”, o sea, podría hacer pensar que no resulta necesario analizar mucho, si casi todo “brilla”. Pero la realidad es que queda mucho más por hacer que lo logrado. Y así lo vieron y plantearon —felizmente— quienes desde la posición sindical guían a los trabajadores de un sector tan importante en la economía cubana.

Muy elogiable es que el 14 de Julio muela al tope de su norma potencial, pero el Antonio Sánchez y el Ciudad Caracas acumulan solo el 76 % cada uno, mientras que el 5 de Septiembre registra el 65 %, lo cual evidencia, independientemente de algunos problemas fabriles, una “cojera” notable en la realización de la cosecha.

Con “la manga al codo” afirmaron que la producción de caña resulta insuficiente, por lo que se requiere una labor más intensa para materializar lo que está planteado en los Lineamientos de la Política Económica del Partido y la Revolución y hacer zafras no menores de 150 días. Un ejemplo de ello es que cuando en la próxima se reincorpore, después de seis años de inactividad, el central Elpidio Gómez —sería el quinto de Cienfuegos— el 14 de Julio dejará de producir unas 8 mil t de azúcar, porque no recibirá entonces la materia prima existente en los campos del primero.

La agricultura cañera deviene desafío para el sector. Solo un ejemplo: Hay demasiadas áreas infectadas de marabú y aunque se hace un esfuerzo notable con los equipos disponibles y los hombres con hachas y machetes, es lento el avance en relación con las necesidades. Mientras, el tiempo transcurre.

Aunque hay en Cienfuegos unidades productoras muy sobresalientes, como la unidad básica de producción cooperativa Vietnam, cuyo colectivo aspira a lograr un rendimiento de 100 toneladas (t) por hectárea en la próxima zafra, existen 46 con menos de 40 t/ha, y de ellas, 12 por debajo de 20. “Falta disciplina, orden, exigencia…”, afirmó un especialista de la Empresa Azucarera de esa provincia.

Otro aseguró que a pesar de lo avanzado, resulta insuficiente aún la disciplina tecnológica en el proceso industrial, y aseveró que todos los trabajadores no conocen con exactitud qué deben hacer en su puesto laboral para cumplir diariamente los indicadores productivos y de eficiencia. “Hoy el rendimiento industrial está un 0,6 % por encima del plan, pero pudiera ser un 0,8 % y fabricarse más azúcar por tonelada de caña molida”, aseguró.

El ingeniero Arnaldo Costa Delgado, director de la Empresa Azucarera de Cienfuegos, en un razonamiento autocrítico, señaló que ha sido notable la inversión financiera para beneficiar las plantaciones con modernos sistemas de riego, pero los resultados no son similares en todos los lugares. En unos se obtienen 100 toneladas por hectárea y en otros, con la misma tecnología, solo 50. Agregó que hay 13 unidades productoras que incumplen hasta la fecha el estimado de caña a moler en la actual zafra, lo cual resulta preocupante, y subrayó que aún no se emplean adecuadamente todos los recursos.

En el encuentro expusieron también otras insatisfacciones que llevan demasiado tiempo a la espera de una respuesta efectiva, como esta: “¿Por qué si mi central, que es una Unidad Empresarial de Base, cumple y es eficiente, los trabajadores no pueden cobrar utilidades porque la empresa provincial incumple la entrega de leche y carne vacuna?; ¿qué tenemos nosotros que ver con eso?”, afirmó un dirigente sindical.

La explicación, reiterada en el encuentro y que está relacionada con la personalidad jurídica, no convence a los colectivos laborales afectados.

Así deben ser los análisis. Lo logrado, por loable que sea, no puede ser motivo solo para elogios, sino también punto de partida para mirar al futuro, a lo que falta por hacer en pos de que la economía cubana alcance la solidez que necesita, y pueda sonreír la producción y también quienes la garantizan.

Acerca del autor

Graduado de Profesor de Educación General en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, de Villa Clara, Cuba (1979). Ha laborado en la Revista Juventud Técnica, semanario En Guardia, órgano del Ejército Central, periódicos Escambray, CINCO de Septiembre y Granma. Desde el año 2007 es corresponsal de Trabajadores en la provincia de Cienfuegos. Está especializado en temas económicos y agropecuarios. En 1999 acompañó en funciones periodísticas a la segunda Brigada Médica Cubana que llegó a Honduras después del paso del huracán Mitch. Publicó el libro Verdades sin puerto (Editorial cubana MECENAS). Ha estado en otras tres ocasiones en esa nación centroamericana, en funciones periodísticas, impartiendo conferencias a estudiantes universitarios, asesorando medios de comunicación e impartiendo cursos-talleres sobre actualización periodística a periodistas y comunicadores. Multipremiado en premios y concursos internacionales, nacionales y provinciales de Periodismo. Fue merecedor del Premio Provincial Periodístico Manuel Hurtado del Valle (Cienfuegos) por la Obra de la Vida – 2012. Le fue conferido el Sello de Laureado, otorgado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura (SNTC). Mantiene evaluación profesional de Excepcional.

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