Repetitivo, casi hasta enloquecer como este juego infantil, son los problemas con el abasto de agua que enfrentan durante los últimos meses los vecinos del capitalino reparto Primero de Mayo, en Boyeros, como nos cuenta Daily Pujada Méndez en su misiva.
La situación se agravó hace bastante tiempo, dice, y por eso comenzó a llevar apuntes desde octubre pasado para contabilizar las carencias del preciado líquido, provocadas por las roturas del motor de la fuente de abasto de Aguada del Cura.
En esa ocasión ocurrió un hecho que sorprendió a todos los vecinos. Ante la carencia de agua les enviaron carros cisterna pero, casualmente, cuando se marchó el último fue restablecido el servicio.
Según explica la lectora, desde ese mes hasta diciembre llamó todos los fines de semana a los acueductos de Santiago de las Vegas y de Calabazar, pues para su desgracia en esos días Aguada siempre tuvo un problema distinto, tal parece que el motor quería descansar los fines de semana o elegía romperse en ese momento.
La historia no terminó ahí. El 14 de enero último el desafortunado motor se averió una vez más, a los dos días enviaron los carros pipa y curiosamente esa noche llegó el agua; el 29 del propio mes sucedió lo mismo, añade la lectora.
Y Daily reflexiona si alguien ha pensado en el gasto que constituye mover tantos equipos, en la posibilidad de un motor de repuesto o al menos informar a tiempo a la población para que adopte las medidas pertinentes.
