Al arribo a suelo pinareño, el mentor del conjunto Al fonso Urquiola dijo sentirse emocionado con el multitudianrio recibimiento: “como siempre he dicho nosotros tenemos dos equipos, uno dentro del terreno y otro más importante que es la afición. Me puedo morir mañana pero me voy con la satisfacción más grande que pueda tener un ser humano que es el carño, el amor y el respeto de su pueblo”.
La selección que representó a vueltabajo derrotó 3×2 a Tomateros de Culiacán de México, con lo que consiguió la octava corona para la mayor de las Antillas en estas lides y la primera desde el título de los Elefantes de Cienfuegos en 1960.
Aunque el plantel cubano perdió tres de los cuatro encuentros durante la primera fase del torneo, mejoró la ofensiva en la etapa decisiva para eliminar en semifinales a los Caribes de Anzoátegui, favoritos para ganar la competencia.
Al filo de las doce del día el elenco antillano arribó a la terminal aérea José Martí donde fue recibido por el primer vicepresidente cubano Miguel Díaz Canell, quien les transmitió el saludo y el reconocimiento del General de Ejército Raúl Castro, primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de los Consejo de Estado y de Ministro.
Presentes en el masivo recibimiento estuvieron Gladys Martínez Verdecía, primera secretaria del Partido en la provincia y Ernesto Barreto, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular.
(Tomada de guerrillero.cu)