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Leonardo Acosta, eterno polizonte

Imaginen un tipo renacentista que pasa de la música al periodismo, del periodismo a la televisión, de la televisión a la literatura. Se dan casos. Uno les suele poner nombres grandes como Woody Allen o Tom Waits, pero aquí mismo, en La Habana, tenemos uno de esos tipos. Su nombre es Leonardo Acosta Sánchez y lo podemos catalogar como una de las mentes más inquietas que ha dado la Cuba del siglo XX.

Miren si no este resumido currículum: saxofonista y director de grupos musicales, luego periodista de la agencia Prensa Latina, redactor cultural en la revista Revolución y Cultura, ensayista descifrador de la cultura del continente latinoamericano, asesor musical de la Televisión Cubana y posteriormente asesor literario del Instituto Cubano del Libro.

Como ya apuntara en otro texto (dedicado a su monumental libro Un siglo de jazz en Cuba) que me permito citar in extenso: “Acosta, cuya producción ensayística le mereció el Premio Nacional de Literatura en 2006, pertenece a la misma estirpe de otros ilustres intrusos (Alejo Carpentier, Leo Brouwer, Isaac Nicola) y, en cualquier caso, no necesita de títulos que avalen su condición de intérprete —en todos los sentidos— de la música cubana. Ecléctico y sin ataduras, como el jazz, es incapaz de quedarse quieto en los márgenes de un género o de una actividad; rara avis en estos tiempos de especialización extrema. Quizás por eso halla sosiego en el ensayo: un género que le permite desplazarse libremente de la reflexión a la anécdota, de la frase de Goethe al comentario de la vecina en el barrio de Belén”.¹

En esta ocasión el homenaje le viene por su Premio Nacional de Literatura (recientemente se le concedió el Premio Nacional de Música, y se convirtió en la única persona que ostenta esa doble distinción) y a él está dedicada la 24 Feria Internacional del Libro de La Habana. Gracias a esto los lectores podrán acceder a una variada colección de títulos de su autoría entre los que destacan sus ensayos dedicados a la obra de Alejo Carpentier, el barroco latinoamericano, la figura de José Martí y por supuesto la música popular cubana. Quienes se acerquen a esos textos podrán conocer la particular visión de Acosta sobre sus obsesiones más constantes: la música y la obra de Alejo Carpentier y José Martí. La suya es una obra vasta que a lo largo de las últimas cinco décadas se ha esforzado por erigir una voz particular que no cree en las fronteras. Ahí está para demostrarlo Un siglo de jazz en Cuba, la que podemos considerar su obra más ambiciosa, que finalmente fue publicada en Cuba tras muchos años de bregar por otras aguas. Una obra que nos muestra a Acosta, a los 82 años, como un hombre repleto de inquietudes y cuestionamientos. Porque un buen investigador, más que respuestas falibles, debe medirse por su capacidad de rondar las preguntas más esenciales. Y eso es Leonardo Acosta, un eterno polizonte que va sembrando la buena semilla de la duda por donde quiera que asoma.

Títulos de Leonardo Acosta que podrán adquirirse en la Feria

El barroco de Indias y otros ensayos (Casa de las Américas).El indio de nuestra América (Centro de Estudios Martianos). Entre claves y notas (Ediciones CIDMUC). Del tambor al sintetizador (Letras Cubanas). Ensayos escogidos (Letras Cubanas). Música y épica en la obra de Alejo Carpentier (Letras Cubanas). Otra visión de la música popular cubana (Museo de la Música). Elige tú, que canto yo (Unión).

¹ Rafael González, Leonardo Acosta, guardián de la memoria, revista Temas no. 78, La Habana, 2014.

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