Por Alina M. Lotti y María de las Nieves Galá
El camino común es de sembrar ideas a través de la obra educacional, sembrar ideas que fortalezcan nuestra identidad, que alimenten la memoria histórica, que enseñen a pensar, a razonar, a leer con sentido crítico nuestras realidades, fue el llamado que hizo la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiella, al dejar clausurado este
viernes el congreso internacional Pedagogía 2015, que en su décima cuarta edición contó con la participación de tres mil 800 delegados.
A la clausura asistió Miguel Díaz Canel Bermúdez, miembro del Buró Político, y Primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, así como Olga Lidia Tapia Iglesias, del Secretariado del Comité Central.
Al pronunciar las palabras finales, la Ministra aseguró que las más autenticas conclusiones están en la lectura y en el razonamiento individual que cada uno haga a partir de las sesiones y actividades en las que participó.
Este ha sido un congreso —señaló— que como un espejo nos demuestra la estimulante imagen de que tenemos muchos puntos de encuentros y sueños comunes, más allá de la diversidad de concepciones y tendencias pedagógicas.
La labor educativa debe ser forja de una cultura de emancipación como antídoto de la seudocultura de la enajenación. A no dudarlo, vivimos rodeados de expresiones sutiles y otras no tan sutiles, de colonialismo cultural con diversos matices y colores, con fines hegemónicos, enfatizó.
“Tengo la convicción de que donde quiera que esté un maestro enseñando no morirá jamás la esperanza”, precisó.
Más adelante, al comentar las palabras del teólogo brasileño Frei Betto en su conferencia especial a propósito del evento, subrayó que la Revolución Cubana creyó en el paraíso terrenal y contra viento y marea luchó por alcanzar la justicia social.
En la sesión final también se dio lectura a la relatoría del evento, lo cual estuvo a cargo de la doctora Eva Escalona —directora de Ciencia y Técnica, en el Ministerio de Educación—, quien precisó que el congreso contó con 26 invitados especiales, y se presentaron dos mil 67 trabajos en 16 simposios, tres foros, 15 conferencias, entre otros espacios. Asimismo, tuvieron lugar 36 cursos precongresos y los delegados realizaron 82 visitas a instituciones educativas.
Igualmente, se dio a conocer una Declaración final, que fue leída por Hugo Figueroa, presidente de la Asociación de Educadores Latinoamericana y del Caribe (AELAC), capítulo El Salvador.
El documento hace un llamado a los maestros del mundo a luchar incansablemente por la unidad, la paz y los derechos humanos para lograr formas de integración que conduzcan al desarrollo y no a la colonización.
Los participantes en el congreso apoyaron decididamente la aspiración de los presidentes de la CELAC de que la región sea una Zona de Paz, de respeto a los derechos humanos, y por el ceso de los conflictos regionales.
Además, se pronunciaron por el fortalecimiento de la escuela pública latinoamericana y caribeña, como una vía expedita para garantizar la equidad con calidad de los servicios educativos, lo cual constituye un elemento clave en la batalla contra la pobreza y por la democratización.
Los educadores condenaron enérgicamente la acción de grupos paramilitares que promueven violencia y provocan la muerte de estudiantes, los cuales reclaman sus justos derechos, como sucedió recientemente en Ayotzinapa, México.
Recoge también el agradecimiento de los educadores cubanos a todos los pueblos por el amplio movimiento de solidaridad continental por la libertad de los Cinco cubanos que durante años permanecieron encarcelados injustamente en cárceles estadounidenses, así como por el apoyo en la batalla contra el injusto y criminal bloqueo de los Estados Unidos.
El texto saludó el 70 aniversario de la Unesco y ratificó el compromiso de una educación para todos a lo largo de toda la vida.
Asistieron al acto de clausura los Ministros de Educación Superior y Cultura, Rodolfo Alarcón Ortiz, y Julián González, respectivamente, e Ismael Drullet Pérez, secretario general del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte.
