El devenir del ferrocarril cubano resulta tan amplio y diverso como el propio camino de hierro que le sirve de soporte a lo largo y ancho de este archipiélago caribeño.
Nació allá por 1837 con el orgullo de ser el segundo del continente americano, se gestó sobre las lágrimas y la sangre de miles de esclavos, creció, dio empleo a padres e hijos, se tornó ámbito laboral y familiar, y a la luz de estos días es ya imprescindible, aún cuando no siempre logre satisfacer las demandas de transportación de cargas y pasajeros.
Locomotoras, vagones, choches, vías férreas… dan vida al ferrocarril, pero su esencia misma no está ahí precisamente sino en los hombres y mujeres que a él se aferran, que en él confían, que a él le apuestan su presente y futuro, tal y como hacen los más de 5 mil trabajadores de la Empresa de Ferrocarriles de Oriente (Guantánamo-Santiago de Cuba- Granma-Holguín).
Santiago tiene la llave
La unidad económica de base (UEB) Logística del territorio santiaguero marca la vanguardia en esta zona del país, le siguen los pasos colectivos como Ferroazúcar, Ferromozas, Vagones San Luis y Talleres, quienes junto a otros hicieron posible que el alegrón por los festejos del Día del trabajador ferroviario, este 29 de enero, se multiplicara con sobrados motivos al celebrarse aquí el resumen de la jornada desarrollada a propósito de la efemérides.
“Bien ganado lo tenemos, enfatiza Ernesto Tarradell, secretario general de la sección sindical UEB Logística, no hay tarea que nos corresponda cumplir que no la concretemos con éxito y si un extra nos piden damos un extra, en 2014, por ejemplo, sobrecumplimos el plan de ingresos con un gasto del 83 por ciento.
“Llevo aquí casi 20 años, 15 de ellos con responsabilidades en el sindicato, y siempre ha sido de la misma manera, con una estabilidad productiva y sindical que dice mucho de la calidad humana de nuestra gente”.
Todo el aseguramiento técnico-material del ferrocarril en el oriente cubano, además de los programas de atención a los trabajadores, descansan sobre los hombros de quienes se desempeñan en la UEB Logística, esos que no reparan en días ni horas para entregarse al constante ir y venir por esta zona del país distribuyendo todo lo que sea preciso para que no dejen de rodar los trenes.
Razones
Sorteando barreras objetivas y subjetivas Santiago de Cuba avanza en la recuperación y desarrollo del ferrocarril, sector que el pasado año concretó aquí 65,36 kilómetros (km) de reparaciones ligeras, además de mantenimientos a más de mil 930 km de vías y a 82 puentes, de conjunto con la modernización de los talleres y de la red Ferronet, que facilita una mayor conectividad.
Una misión fundamental de la actividad ferroviaria, el transporte de caña en apoyo a la zafra azucarera, anduvo también sobre rieles seguros, garantizando a los centrales el suministro de esa materia en un 7 por ciento por encima del plan.
Vital resultó igualmente el aporte de los miembros de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR), puntales en la sostenibilidad del servicio de carga y pasaje, con resultados que fueron premiados a nivel nacional por el alto impacto económico que reportaron.
Hoy y mañana
A sabiendas de la trascendencia de garantizar el futuro de la actividad Ferrocarriles Oriente apuesta por sumar a los más jóvenes, quienes al igual que sus antecesores se enamoran, sin saber por qué, del singular mundo de los trenes.
Así le sucedió a Pedro Yasser Arafet y a Liusmany Rubén Pascual, ambos con 26 años de edad, ingeniero electricista y mecánico B de locomotoras, respectivamente, el primero aún en adiestramiento, el segundo establecido ya en su puesto de trabajo.
Sin miramientos Yasser dice adorar la idea de quedarse en los ferrocarriles, el ejemplo de Liusmay no hace más que afianzar sus sueños, además de tener como tutor al “profe Armando Colás”, toda una cátedra en materia ferroviaria con 40 años de experiencia.
“Aquí hay muchas posibilidades de superación, asegura el joven mecánico, la capacitación es constante, hay pagos en moneda nacional y CUC, y esperemos que la Resolución 17 se encamine como en los primeros meses de su aplicación para que el salario suba más y las motivaciones no dejen de estar presentes”.
Hombres de larga data en el sector, mujeres que no sucumben a prejuicios y bisoños que llegan y echan raíces conforman el entramado humano del ferrocarril cubano, sosteniéndolo más allá de las limitaciones materiales, creando inquebrantables ataduras afectivas y familiares gracias a las cuales, nadie lo dude, también avanzan los trenes.