Icono del sitio Trabajadores

El plan y el fantasma de la incertidumbre

En el torno se moldea la sostenibilidad de muchos planes de producción y servicios. Foto: Jorge Pérez Cruz
En el torno se moldea la sostenibilidad de muchos planes de producción y servicios. Foto: Jorge Pérez Cruz

 

La única planta de producción de asfalto activa en Las Tunas en el 2014 asumió un plan de producción de 13 mil 380 toneladas, muy por debajo de su capacidad potencial —alrededor de 26 mil—, situación que acarreó contratiempos en los ingresos salariales de sus trabajadores.

Todavía no han celebrado la asamblea de presentación del Plan y Presupuesto para este año, pero ya saben que deberán elaborar 35 mil 500 toneladas y los trabajadores saltan de alegría, pero caen en el hoyo de la incertidumbre.

“La noticia es alentadora, porque de eso dependen nuestros ingresos. La gente está contenta, pero tiene preocupaciones, pues la planta y los equipos necesitan aseguramientos: correas, rodamientos…, y cuando algunos de estos aditamentos falta, no tenemos garantía, hay que salir a ‘montearlos’ donde existan y eso hace perder tiempo”, enfatiza Félix Batista Ferrales, jefe de la entidad.

“El salto no está en correspondencia con las posibilidades de la planta, y aunque se habla de gestiones, estas no siempre fructifican”, enfatiza Félix.

Aristas descuidadas de la planificación

En la fábrica de estructuras metálicas Comandante Paco Cabrera, Metunas en el ámbito comercial, hay experiencias que demuestran cómo se descuidan algunas aristas de la planificación que impactan negativamente en el cumplimiento de los planes de producción.

“El año pasado teníamos la materia prima y la demanda de Emicar, una empresa mixta del sector minero en la provincia de Pinar del Río, que había solicitado 300 toneladas de estructuras, pero indefiniciones en los proyectos por su parte dificultaron la ejecución”, recuerda el ingeniero industrial José Ramón Labrada Vázquez, especialista de esa entidad.

“También, amplía Labrada Vázquez, con Almest, empresa dedicada al fomento del turismo en la cayería norte de Villa Clara, tuvimos contratiempos. En el contrato asumían la responsabilidad de transportar hasta nuestra fábrica la materia prima. No lo hicieron en el tiempo convenido y no pudimos fabricar en el año la totalidad de las 360 toneladas que habían solicitado.

“Para este año, abunda, tenemos identificado todo lo relacionado con el plan, aunque todavía no hemos celebrado la asamblea con los trabajadores, pero el tema del aseguramiento sigue siendo complejo, por las demoras en las importaciones y en la transportación de las materias primas”.

Estas vivencias confirman que la materialización de las metas no depende solamente de los recursos materiales, el hombre desempeña un rol fundamental y no siempre actúa en correspondencia con las responsabilidades pactadas.

“Ahora mismo han bajado los precios del petróleo y de la tonelada de acero que exportamos; sin embargo, esa tendencia no se tiene en cuenta en el valor de los portadores energéticos que la empresa consume. Tenemos que seguir pagándolos a los mismos precios y eso va a impactar negativamente en los resultados finales”, apunta el ingeniero mecánico Rosendo

Mendoza Hernández, director general de Acinox-Las Tunas. Mendoza Hernández considera oportuno y necesario que la planificación tenga flexibilidad en el caso de las entidades exportadoras y que esas variaciones no afecten los ingresos del colectivo laboral ni de la organización.

Guevara López considera como amenaza la demora en las firmas de los planes y la desagregación de las cifras. Foto: Jorge Pérez Cruz

 

Pascual Mejía Puga, secretario general de la sección sindical de la Planta de Asfalto, esboza una preocupación colectiva: “Un condicionante del sistema de pago es el cumplimiento del plan mensual que, en nuestro caso, depende de suministradores que a veces incumplen las entregas diarias pactadas y luego lo hacen en maratón. Entonces ellos completan las cantidades, pero nos provocan cuellos de botella que exigen esfuerzos extraordinarios a los trabajadores y a los equipos, cuya tecnología no soporta un nivel tan alto de explotación”.

Y en ejemplos como este es evidente el olvido, por desidia o falsos conceptos de amistad, de honrar el contrato, otra herramienta imprescindible de la planificación, cuyo contenido debe expresar la obligación legal de indemnizar ante desafueros de esta naturaleza y la contraparte exigir porque se cumpla.

Los recursos materiales, ¿y los hombres?

“Para nosotros en materia de planificación, las personas son tan importantes como los recursos. Esa máxima aquí no es una consigna, es una realidad”, asegura el ingeniero Ólmedo Rojas Ching, director general de la unidad empresarial de base del mueble Calixto Sarduy, conocida como Ludema en el mundo del comercio.

“De la solicitud de materias primas que hicimos el año pasado, solamente se aseguró el 40 %, pero ese déficit lo compensamos con la existencia de algunos recursos en almacén y el ingenio colectivo, lo cual permitió satisfacer el encargo estatal y la atención a los organismos priorizados”, comenta Ólmedo.

“La administración y el sindicato convocaron al colectivo a la presentación de diseños, fundamentalmente de útiles del hogar, que pudieran fabricarse a partir de la recortería que generan las producciones principales. Se sumó casi todo el mundo, con protagonismos del movimiento de mujeres creadoras y de la Anir. Así encontramos contenido para la casi totalidad de los trabajadores. Hubo interruptos, pero nada fuera de lo normal”, enfatiza Luis Cruz Ortiz, secretario general del buró sindical de la unidad.

Y, precisamente, el proceso de presentación e información del Plan y el Presupuesto para este año, que ocupa actualmente al movimiento sindical cubano, se inscribe en la intención de darles participación real a los trabajadores en las decisiones más importantes del quehacer económico de sus entidades, y de estimular su compromiso de desplegar todas las potencialidades y reservas productivas en cada puesto de labor.

“Sin embargo, todavía este empeño adolece de insuficiencias matizadas por la morosidad en la firma de los planes y en la desagregación de las cifras por parte de ministerios, organismos y organizaciones superiores de dirección empresarial”, fustiga Ernesto Guevara López, miembro del Secretariado de la CTC en la provincia.

“Hasta el lunes pasado, refiere el dirigente sindical, por esa razón en Las Tunas se habían efectuado solo 18 asambleas, una cifra muy por debajo de la prevista, situación que compromete el objetivo de erradicar formalismos y maratones de última hora para cumplir el cronograma, lo que conspira contra el rigor y minimiza la importancia de los análisis ante los colectivos laborales”.

Este proceder pone en peligro los propósitos declarados de una práctica cubana que abre a la clase trabajadora escenarios democráticos de intervención en las proyecciones de desarrollo, cuyo fin se enrumba estratégicamente a la edificación de un socialismo próspero y sostenible.

Compartir...
Salir de la versión móvil