Los integrantes del jurado del Premio Literario Casa de las Américas, en su edición 56, leen las más de 600 obras presentadas en el apacible y acogedor hotel Jagua, de Cienfuegos, como ya se ha hecho tradicional en los últimos años.
Al llegar a la también llamada Perla del Sur, a inicios de esta semana, fueron recibidos por autoridades locales en la sede de la Asamblea Provincial del Poder Popular y conocieron sobre los días fundacionales de la otrora villa Fernandina de Jagua y las labores ejecutadas para preservar el centro histórico, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, al tomar en cuenta los extraordinarios valores arquitectónicos que posee y el adecuado trabajo de conservación realizado.
Los intelectuales examinan los libros que concursan en novela, poesía, ensayo de tema histórico-social y literatura para niños y jóvenes, brasileña y latina en los Estados Unidos.
Además de las lecturas efectúan visitas a sitios de interés histórico, cultural y económico e intercambian con escritores, periodistas y profesores y estudiantes universitarios.
El panameño Manuel Orestes Nieto es uno de los intelectuales que valora las obras presentadas en poesía. Entre sus lauros está el haber recibido el premio Casa en 1975. “Para mí es un privilegio integrar el jurado este año. Su prestigio y respeto es reconocido no solo en Latinoamérica y el Caribe, sino a nivel mundial. Ha contribuido a encontrar y difundir obras literarias inscritas por su calidad y novedad en el espectro cada vez más ancho y trascendente de la literatura del continente”, expresó.
Piedad Bonet, poeta, dramaturga y crítica literaria colombiana, integrante del jurado de poesía, expresó por su parte:
“Para mí es un honor participar en el ya legendario concurso Casa de las Américas, que me brinda la oportunidad de leer lo que se está haciendo ahora en el terreno de la poesía en lengua española.
“Ser jurado nunca es fácil, pero siempre trae descubrimientos y da pie para discusiones de carácter literario. Una de las motivaciones importantes de este viaje es, precisamente, poder deliberar con mis colegas y oír sus juicios”, señaló.
El ecuatoriano Edgar Allan García, uno de los evaluadores de las obras en Literatura para niños y jóvenes, considera que “el Premio Casa ha sido emblemático para mi país por varias razones. Cuba es un referente histórico y político fundamental entre los grupos progresistas ecuatorianos, por lo que ganarlo ha sido un sueño de muchos escritores. Además, en tiempos en que no había —o no conocíamos— tantos concursos internacionales, el de Casa era una de las pocas luces en nuestro horizonte literario.
“Aunque muchos lo han intentado, solo tres escritores coterráneos se han alzado con dicho premio, por lo que constituye un reto para los literatos y pensadores ecuatorianos”, afirmó.
El programa en esta ocasión tiene actividades previstas para el lunes 26 en la sala Manuel Galich y la Galería Latinoamericana, de la propia Casa, en la capital cubana, y también durante el martes 27 y el miércoles 28. Este último día, a las 5:00 p.m., presentarán los libros ganadores de la edición pasada.
El jueves 29, a las 7:00 p.m. se darán a conocer los premios de la edición 56.
