Las representantes de Cuba y Estados Unidos, Josefina Vidal y Roberta Jacobson, reconocieron que los soportes legales sobre los cuales restablecerán las relaciones diplomáticas y consulares serán la Carta de Naciones Unidas y la Convención de Viena.
La Carta de las Naciones Unidas tiene entre sus propósitos “Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y tomar otros medidas adecuadas para fortalecer la paz universal”.
La Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas del 18 de abril de 1961, en vigor desde el 24 de abril de 1964, establece el compromiso de los Estados firmantes de otorgar inmunidad y ciertos privilegios a los funcionarios diplomáticos, “no en beneficio de las personas, sino con el fin de garantizar el desempeño eficaz de las funciones de las misiones diplomáticas en calidad de representantes de los Estados”.
Ese instrumento también reconoce que el estado receptor debe ofrecer todas las garantías necesarias para que la nación extranjera pueda realizar su trabajo. En este sentido, Josefina recordó que desde hace casi un año la Oficina de Intereses de Cuba en Washington tiene problemas financieros al no encontrar un banco que admita sus operaciones.
Si en algo coincidieron fue en que será preciso una nueva ronda de conversaciones, sin fecha aún, previa a la apertura de embajadas pues este primer encuentro fue apenas un intercambio de las acciones concretas a realizar por cada una de las partes para convertir sus respectivas oficinas de Intereses, actualmente bajo la égida de una tercera nación (Suiza), en representaciones diplomáticas oficiales (embajadas).
No hay un plazo definido, precisó Vidal ante una pregunta de la prensa extranjera acreditada en el evento.
En la declaración de la parte cubana, leída por la jefa de la delegación, se reiteró la necesidad de que se saque a la isla de la lista de estados que financian el terrorismo: Sería difícil de explicar la presencia de Cuba en esa lista cuando hablamos de normalización de relaciones entre nuestros países, dijo.
Jacobson, por su parte, explicó que las acciones no se limitarán a la apertura de las embajadas, reconoció que el proceso será largo y que existen temas sobre los que existen profundas diferencias pero que los presidentes decidieron, y lo anunciaron el 17D, superar las diferencias de una relación que en los últimos años no se ha basado precisamente en la confianza.
Casi al finalizar la tarde comenzará la última sesión de esta ronda de conversaciones para la cual se han reservado los interés bilateral donde clasifican algunos de los asuntos de mayor conflicto como son el bloqueo económico y financiero que desde 1962 Estados Unidos ha sostenido contra Cuba y los derechos humanos, usualmente politizado y manipulado para atacar y negar los avances de la isla.
