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Leonela para siempre

Leonela Relis se desempeña en la actualidad como psicopedagoga en el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Pedagógicas Tomás David Royo, ubicado en el municipio de Plaza de la Revolución. Foto: Joaquín Hernández Mena
A pocas horas de recibir el título honorífico de Heroína del Trabajo, noticia que la colmó de júbilo / Foto: Joaquín Hernández Mena

Leonela Relys será siempre un referente imprescindible en la Pedagogía Cubana. Más allá de su desaparición física, que se produjo este sábado como consecuencia de un cáncer, la maestra que llegó a millones* por la creación del método de alfabetización Yo sí puedo, tuvo el mérito de llevar a la práctica una idea de Fidel para enseñar a leer y a escribir a los más necesitados del mundo a través de los medios audiovisuales.

Así, dejó su impronta en la hermana Haití, tierra de la que jamás pudo desprenderse aunque su experiencia y sabiduría la llevó a prestar servicios en otros países, como Venezuela (donde formó parte de la coordinación nacional), Bolivia, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Colombia, Guinea Bissau y Sudáfrica.

Camagüeyana de sangre, humilde por naturaleza, Leonela comprendió desde la adolescencia que el magisterio trazaría la ruta de su vida. Por eso, casi a escondidas se incorporó a la Campaña de Alfabetización con apenas 14 años.

La gran epopeya fue, quizás, la génesis de su gran amor por una profesión que —seguramente— le dio más alegrías que tristezas, y que la hizo merecedora el pasado año del título honorífico de Heroína del Trabajo de la República de Cuba.

A propósito de este hecho, sorprendida y nerviosa, horas antes de recibir tan importante reconocimiento me aseguró para dejar plasmado en estas propias páginas: “Para ser heroína hay que hacer más, pero el tiempo, los años…, quizás no me dejen.

“En nuestro país hay muchas y no te miento si te digo que la condecoración me ha llegado muy hondo. Es un reconocimiento a la labor de toda la vida. Una trabaja, sabe que está haciendo el bien, eso te reconforta, pero nunca esperas algo así”.

Ahora, cuando la noticia ha impactado en los corazones de miles de personas en todo el mundo, los cubanos, y en particular los maestros, lloran una partida irremediable.

En el último adiós en el cementerio de Colón, en el panteón de la CTC, no faltaron las flores de Fidel; la presencia de Ulises Guilarte De Nacimiento, secretario general de la organización de los trabajadores , y las palabras de acompañamiento de Ismael Drullet Pérez, secretario general del Sindicato Nacional de los Educadores, al cual Leonela honraba con su membresía.

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