Así lo refiere la Licenciada en Ciencias Farmacéuticas Dalina Benítez Cisneros, quien desde su condición de dirigente sindical —responsable de asuntos laborales— hizo llegar a la sección de Buzón la preocupación de su colectivo, que tampoco ha visto ventajas del perfeccionamiento empresarial, enfatiza.
Según afirma, ellos también han sufrido algunas de las irregularidades narradas en el trabajo Tropiezos con la 17, publicado en este semanario el 17 de noviembre.
Expresa que les cambiaron el pago de quincenal a mensual, de una sola vez, y en su centro “no se da prioridad a los que están vinculados directamente a la producción, los que más laboramos somos los que menos cobramos: los trabajadores directos, que formamos el salario, ganamos sobre los 600 y tantos pesos, y los compañeros que llevan la jefatura de la empresa ganan por encima de mil pesos”.
Dalina narra algunas cuestiones incomprensibles en torno a la estimulación: En septiembre el plan de ventas era de 69 mil pesos y lo sobrecumplieron casi en mil pesos, pero los penalizaron en un porcentaje, porque el inventario arrojó cinco centavos de faltante. No obstante, cobraron 200 pesos de estímulo.
En octubre —abunda— no hubo inventario, el plan de ventas se sobrepasó, no tuvieron gastos excesivos de electricidad ni ajustes. “Nos debían pagar algo del atraso, y la sorpresa grande resultó que la diferencia con el mes anterior fue de 14 pesos”, subraya.
Menciona el caso de la farmacia 645, ubicada en el pueblo de San Ramón, donde “hubo error en un depósito en septiembre con una diferencia de cinco centavos y al mes siguiente en vez de sancionar a la administradora, que es la máxima responsable al realizar esta tarea, se penalizó la estimulación de todos los trabajadores. La reclamación no ha tenido respuesta”.
Como señalamos en el mencionado reportaje, la forma de pagar a los trabajadores no se puede cambiar sin tener en cuenta el criterio del colectivo. Por otra parte, los vinculados a la producción deben ser quienes más ingresos perciban, de aplicarse bien lo establecido.
Donde no ocurra hay que revisar lo que se hace. La 17 exige más rigor en la planificación de las formas de pago y desde su diseño es imprescindible incluir la definición de los mecanismos de distribución. En ese momento tiene que participar activamente la organización sindical, representante de los derechos de su colectivo.
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